ASIA/INDIA - “La comunidad se siente amenazada, pero la tensión política se incubaba desde hace tiempo”, dice el Obispo de Kashmir

martes, 14 septiembre 2010

Srinagar (Agencia Fides) – “La policía está en todas partes: circunda las iglesias y escuelas para proteger los lugares cristianos. Lo que ha pasado es muy triste. Estamos muy preocupados, la comunidad cristiana, siempre pacífica, se siente amenazada. Estamos rezando”: es cuanto dice a la Agencia Fides S. Exc. Mons. Celestine Elampassery, Obispo de Jammu y Srinagar, el día después de las protestas y ataques contra los cristianos que ayer causaron 17 muertos entre los manifestantes musulmanes en Kashmir.
Hoy, en el Kashmir indiano la tensión sigue siendo elevada: las autoridades han declarado el toque de queda en todo el valle, pero una parte de los extremistas ha desafiado las medidas restrictivas y han salido a las calles en Khanpora, en el distrito de Baramulla.
“No hemos sufrido daños en las iglesias católicas; sólo la escuela del Buen Pastor en Pulwama ha sido dañada en las paredes exteriores, con botellas incendiarias pero el edificio está intacto. Nos sentimos indefensos e impotentes frente a esta ola de violencia sin sentido. No tenemos nada contra los fieles musulmanes que respetamos como hermanos, lo hemos repetido. Pero una minoría violenta está alimentando la tensión”, explica a Fides el Obispo.
“Hay que decir que en Kashmir - añade - la tensión política se estaba incubando bajo las cenizas desde hace años y esta provocación ha actuado como detonante. La región está siendo atravesada por fermentos separatistas e infestada por grupos armados de militantes: incluso el gobierno indio, en esta situación, se muestra muy cauto y prudente, conociendo la difícil situación local”. “Por nuestra parte, esperamos poder restablecer la paz y la reconciliación mediante el diálogo y reafirmando que los cristianos respetan a todos los demás creyentes”, concluye.
Mons. Elampassery recuerda a Fides que de los 10 millones de habitantes del Kashmir indiano, la población cristiana es de unos 25 mil creyentes, de los cuales 15 mil católicos. La Iglesia sigue muy comprometida en el aspecto social: dispone de escuelas de alto nivel, frecuentadas por estudiantes musulmanes y apreciadas por las autoridades civiles así como de las demás comunidades religiosas. La comunidad católica ha sido muy activa y ha desplegado su energía en la labor de asistencia humanitaria tras las inundaciones recientes que han golpeado sobre todo la región de Ladakh y la zona de Leh. (PA) (Agencia Fides 14/09/2010)


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