Kigali (Agencia Fides)- “El reciente arresto del general Jean Bosco Kazura y el atentado contra el Gen. Kayumba Nyamwasa en Sudáfrica (donde está refugiado por ser buscado por las autoridades de su país) muestran las divisiones que pasan las jerarquías militares”, afirma una nota enviada a Fides por la “Red Paz para el Congo”. El motivo oficial para el arresto de Kazura es que habría salido del país sin autorización y sin el conocimiento de sus superiores. “Esta versión no parece creíble”, afirma la nota. “Si ha viajado con un pasaporte diplomático, ciertamente ha tenido que retirarlo en algún servicio habilitado. En todo caso, ha tenido que pedir una visa para Sudáfrica. Tales prácticas han ciertamente permitido a las autoridades ruandeses estar informadas del viaje del general”. Para la justicia española Nyamwasa es quien ordenó el asesinato del misionero catalán Joaquim Vallmajó en 1994 y de tres miembros de la organización “Médicos del Mundo”.
Este enésimo alejamiento de altos graduados del ejército pone una vez más al desnudo las profundas divisiones existentes en el grupo de oficiales tutsi que dirige el país.
1. Divisiones entre los oficiales de Uganda y aquellos de otros países cercanos a Ruanda. Desde su conquista, en julio de 1994, ha sido cada vez más claro que los oficiales llegados desde Uganda, como el actual Presidente Paul Kagame, se consideraban superiores a los otros llegados de la República Democrática del Congo y de Burundi. Están convencidos de que la iniciativa de la reconquista de Ruanda ha sido de los Tutsi que provienen de Uganda y que los otros han llegado solo una vez que la victoria había sido asegurada.
Consecuencias: los anglófonos, venidos de Uganda y de Tanzania han ascendido rápidamente de grado en la jerarquía militar y muchos de ellos se han visto nombrados, brevemente, coroneles o generales, mientras los otros, francófonos, han sido mandados sistemáticamente en pensión. El general Jean Bosco Kazura, nacido y educado en Burundi es uno de los raros oficiales superiores que no ha venido de Uganda.
2. Divisiones entre los oficiales que han frecuentado la universidad y los de un bajo nivel de estudio. El núcleo de los oficiales más cercanos al Presidente Kagame, varios adolescentes reclutados tras la toma de Kampala, han sido todos, tras la toma de Kigali, promovidos de grado junto a otros oficiales que habían entrado en el Frente Patriótico Ruandés (FPR), tras los estudios universitarios. Si los primeros no tienen grandes diplomas deben todo a Kagame, los segundos son intelectuales que podrían manifestar un espíritu crítico. Consecuencia: apenas los primeras alcanzan el vértice en la jerarquía, los segundos están obligados al exilio o son arrestados.
3. Divisiones entre Abanyiginya y Abega. El antagonismo entre estos dos clanes tutsi es famoso. Kagame, siendo Umwega, desconfía de sus rivales Banyiginya.
4. Divisiones entre los descendientes de migrantes naturales y los refugiados de 1959. Muchos Tutsi ruandeses se han instalado en Congo en los años ’30 a la búsqueda de praderas para sus rebaños o a causa de los cambios de población decidido por la autoridad de Tutela. En Burundi, algunos funcionarios tutsi habían sido enviados a este país desde los años ’40. En Uganda algunas ricas familias tutsi habían adquirido tierras y praderas, mucho antes de 1959. Seguidamente llegaron los refugiados de 1959 (año de la independencia de Ruanda y la toma de poder de los hutu). Son sus descendientes, de inmigrantes y refugiados, los que han realizado la conquista de Ruanda en octubre de 1990. No hay de qué maravillarse si en la gestión del país que han conquistado juntos, pueden surgir divisiones entre estas dos componentes de la diáspora tutsi ruandés. (L.M.) (Agencia Fides 2/7/2010)