ASIA/TURQUIA - La fiesta de los SS. Pedro y Pablo en Antioquía refuerza las relaciones ecuménicas

miércoles, 30 junio 2004

Antioquía (Agencia Fides) - La fiesta de los Santos Pedro y Pablo en Antioquía sobre Oronte, ciudad turca en el extremo Sur del país, en la frontera con Siria, es siempre una gran ocasión de diálogo y oración ecuménico y es útil para reforzar los profundos lazos de unión entre todas las confesiones cristianas en Turquía.
Mientras que el pasado año se realizó un simposio internacional con este motivo, este año la gran fiesta de los dos Apóstoles, ha visto reunirse "bajo el sol ardiente, algunos miles de personas, católicas, ortodoxas y musulmanas, para invocar junto la paz en el mundo", según escribe a Fides Maria Grazia Zamabon, laica misionera que trabaja en la Iglesia local.
El Nuncio Apostólico en Turquía, Mons. Edmond Farhat, concluyó las celebraciones, asistido por el Vicario Apostólico del Anatolia, Mons. Ruggero Franceschini. Estaban presentes los ortodoxos, dirigidos por el metropolita Bulos Yaziji, obispo de Aleppo y representante del patriarca de Antioquía S.B Ignazio I, con todos los sacerdotes de la región y también algunos maronitas de Aleppo con su obispo Joseph Anis Abi Aad. Con ellos estaban dos pastores protestantes y la cabeza de la comunidad local hebrea.
Significativa la presencia de las autoridades civiles: el nuevo alcalde de la ciudad, Mehmet Yeloglu, exponente carismático del partido del primer ministro Erdogan, el Prefecto Abdullkadir Sari, el jefe de la policía, el Muftì, el Rector de la universidad, alcaldes de ayuntamientos vecinos. "Desde hace años la voluntad de caminar juntos por la paz es un esfuerzo común, que ha madurado en un clima de respeto recíproco, y se ha traducido en gestos, aparentemente pequeños, pero densos de sentido", señala Zambon.
Antioquía sobre el Oronte es la ciudad cuna de las primeras comunidades cristianas de las que hablan los Hechos de los Apóstoles. Precisamente aquí, por primera vez, los discípulos de Jesús fueron llamados cristianos. En los primeros siglos del cristianismo Antioquía, capital de la provincia romana de Siria, era la tercera ciudad del imperio romano después de Roma y Alejandría, con casi medio millón de habitantes. Hoy es una ciudad de 200.000 habitantes. Gracias a las ayudas procedentes del extranjero y en particular del Centro de Cooperación de los Capuchino Emilianos de San Martino en Rio, la comunidad cristiana local realiza iniciativas sociales y pastorales, para impedir que los cristianos, como ya está ocurriendo, se vean obligados a emigrar a otras ciudades o países, por motivos económicos. (PA) (Agencia Fides 30/6/2004 Líneas: 32 palabras: 416)


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