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Roma (Agencia Fides) - Son más de 30 millones las armas ligeras en circulación en África, según cita la relación anual del Small Arms Survey, una organización independiente que estudia la difusión de arma ligeras en el mundo y su impacto en las sociedades de los países más pobres. Se trata de una situación muy preocupante pero que no debe hacer disminuir la esperanza. Según la relación, en efecto, "contrariamente a la impresión creada por la imagen de guerras incontrolables y de crimen, las armas de fuego están menos difundidas en África que en otras regiones del globo. Entre los 44 países del África subsahariana probablemente no hay más de 30 millones de armas de fuego. Hay bastante armas ligeras para perpetuar los combates en muchos países y aumentar el peligro de la violencia criminal en muchos otros, pero no tantas como para hacer que la situación esté totalmente fuera de control y sin esperanza."
Según Virginia Gamba del Instituto Africano de estudios sobre seguridad, entrevistada por la Agencia congoleña DIA, uno de los problemas más graves que se debe afrontar es la circulación de armas ligeras en manos de bandoleros y criminales comunes, que provocan inestabilidad en muchos países africanos. Se calcula que en Mozambique, a 12 años del fin de la guerra civil, todavía circulan entre medio millón y 6 millones de armas ligeras. En el cercano Sudáfrica hay de 400.000 a 8 millones de armas de fuego en circulación.
Se trata de la herencia de la guerra fría, cuando los dos bloques contrapuestos vertieron en los arsenales de los propios aliados africanos cantidades enormes de armamentos. Con el fin de la guerra fría y algunos conflictos locales relacionados con la misma, estas armas han servido para alimentar tráficos ilegales. Por consiguiente, de los más de 30 millones de armas ligeras en circulación en África al sur del Sahara, un 79% está en manos de civiles. Los militares cuentan con el 16% de estas armas, mientras que las fuerzas de policía y la guerrilla tiene respectivamente el 3% y el 2%.
Las nuevas guerras africanas reciclan las armas de los conflictos que han finalizado. La guerra civil en Costa de Marfil, que estalló en septiembre del 2002, ha visto el empleo de armas procedentes de Angola, dónde acabada de finalizar una guerra de 25 años.
Otro dramático desarrollo es la producción de armas realizada por algunos países africanos. En el primer puesto encontramos a Sudáfrica que cuenta con una industria sofisticada, herencia de los tiempos del apartheid. Más recientemente, Zimbabwe, Tanzania, Uganda y Kenia han emprendido la fabricación de armas ligeras y munición.
Ante esta situación, el 30 abril de este año, la Comisión de la ONU para la prevención de crímenes formuló una recomendación a los gobiernos para que preparen un acuerdo internacional para combatir la fabricación y el tráfico ilícito de armas ligeras. (L.M) (Agencia Fides 28/6/2004, Líneas: 36 Palabras: 503)
