ASIA/TAILANDIA - Sube la tensión, se teme un “efecto domino” sobre el turismo

miércoles, 24 marzo 2010

Bangkok (Agencia Fides) – Sube la tensión en Tailandia donde el gobierno, por el temor de una explosión de violencia generalizada, ha prolongado una semana más la aplicación del Internal Security Act, reforzando las medidas de seguridad que incluyen un toque de queda y barricadas militares en las calles de Bangkok. Mientras millares de manifestantes con las “camisas rojas”, partidarios del ex premier Thaksin Shinawatra permanecen acampados en la capital, muchas calles siguen bloqueadas y los edificios del gobierno y de las instituciones están protegidos con cordones militares. La situación, según los observadores, podría estar a punto de explotar violentamente. El día de ayer dos granadas fueron disparadas por un M79 al interior del Ministerio de la Salud, donde se estaba celebrando una reunión del Gabinete del Ministro, causando pocos daños pero aumentando la tensión y la inestabilidad. El ejército ha declarado que la situación está ampliamente bajo control.
Muchos temen que la degeneración violenta de la protesta de masa pueda causar una nueva crisis económica y generar un “efecto domino” sobre el turismo nacional. La Cámara de Comercio Tailandesa expreso su deseo de que el orden sea restablecido lo más pronto posible, ya que las manifestaciones “podrían tener graves consecuencias en sectores como el turismo, el comercio, la exportación y las inversiones”. “Ya por lo menos 30 países desaconsejan a sus ciudadanos visitar Tailandia en este momento”, evidenció Dusis Nontanakorn, Presidente de la Cámara de Comercio, “y también los inversionistas podrían perder fácilmente la confianza para hacer negocios en nuestro país. Los partidos deben encontrar una solución política lo más pronto posible”.
Fuentes de Fides de la Iglesia tailandesa declararon: “En este momento se está produciendo un duro conflicto entre grupos políticos. Esperemos que se pueda encontrar pronto una solución pacífica, por el bien del país. No es fácil, ya que las partes en pugna quieren garantizarse ventajas y beneficios, y, porque en definitiva, se trata de una lucha por el poder. En Bangkok la vida continua: la gente mira la protesta con escepticismo. Los creyentes siguen rezando: cristianos y budistas están rezando intensamente por la paz y por el bien del país”. (PA) (Agencia Fides 24/3/2010 – líneas: 26; palabras: 366)


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