ASIA/CHINA - La parroquia de Feng Xian recuerda a los misioneros canadienses asesinados durante la segunda guerra mundial por defender a miles de personas

lunes, 22 marzo 2010

Xu Zhou (Agencia Fides) – La parroquia de Feng Xian de la diócesis de Xu Zhou, de la provincia de Jiang Su, recordó a sus tres misioneros jesuitas canadienses, asesinados durante la segunda guerra mundial, con algunos testimonios y una solemne Eucaristía celebrada en el aniversario de su muerte, el 18 de marzo. Según la información recibida por Agencia Fides, más de 600 fieles tomaron parte en la Misa solemne celebrada por el párroco para recordar el 67 aniversario del martirio de los tres misioneros. En este contexto, dos ancianos, quienes fueron testimonio de aquella historia conmovedora, contaron cómo fue el martirio de los tres jesuitas canadienses de la provincia de Quebec. Los nombres en chino de estos tres sacerdotes mártires son P. Tu Shan Xiu (de 53 años), P. Long Ren (de 39 años) y P. Na Shi Rong (de 37 años). Finalmente la comunidad se acercó ante las tumbas de los tres misioneros, donde rezaron y pidieron su intercesión por la comunidad y la evangelización de Feng Xian, de toda China y en el mundo entero.
Según los testimonios de quienes vivieron ese trágico periodo, los tres misioneros arribaron en el distrito de Feng Xian de la diócesis de Xu Zhou, entre 1938 y 1941, los años en que los japoneses invadieron aquella zona. No obstante la dificilísima situación, los misioneros pudieron desarrollar su misión pastoral abriendo una escuela, un centro de acogida para los refugiados de guerra y otros servicios a la comunidad…En 1942, cuando la guerra estaba en pleno apogeo, los misioneros acogieron en la parroquia tres guerrilleros que pidieron ayuda porque eran perseguidos por los japoneses. Eran ya miles los refugiados escondidos por los misioneros en la parroquia y esto hizo enfurecer a los japoneses. Algún tiempo después encontraron la excusa para poder arrestar los misioneros. Éstos se negaron a abandonar la iglesia y a sus parroquianos para meterse a salvo, decidiendo enfrentar a los enemigos con gran coraje. Fueron asesinados bárbaramente el 18 de marzo de 1943. También ante el momento de la muerte dieron un conmovedor testimonio de fe, aún vivo hoy, rezando al Señor e invocando su misericordia. (NZ) (Agencia Fides 22/03/2010 – líneas 23, palabras 355)


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