AMÉRICA/HAITÍ - “Saber que muchas personas rezan por mí me ayuda a seguir haciendo lo poco que puedo para llevar ayuda en esta terrible situación”: testimonio de una voluntaria

sábado, 6 febrero 2010

Port au Prince (Agencia Fides) – “No existen palabras para describir la devastación causada por el terremoto en esta ciudad. En toda la ciudad son evidentes los signos. Necesitamos de todo- agua, alimentos, medicinas, carpas-. Por favor, ¡ayúdennos ahora! Ricos y pobres han perdido todo. Se escucha a la gente cantar himnos hacia Dios para que los salve”: son las palabras de Colette Cunningham, una voluntaria irlandesa de 49 años, que acaba de regresar a su país tras haber trabajado en Zambia con el Catholic Relief Services (CRS) y luego en Haití. Su testimonio ha sido enviado a Agencia Fides por Sor Janet Fearns, FMDM, responsables de las comunicaciones de la Dirección Nacional de Inglaterra y de Gales de las Obras Misionales Pontificias (Missio).
Mientras estaba en Haití, Colette escribió: “estoy trabajando con el CRS en la asistencia sanitaria... estoy trabajando también con los niños que quedaron traumatizados por el terremoto, los ayudo a que puedan superarlo. Hay una pequeña niña, Anne-Delianne, de 4 años. Quedó atrapada bajo los escombros de su casa durante cuatro días, con una roca sobre la cabeza. Esto le causó una herida de presión en la frente y para cuando llegó a la clínica tenía un hueco en el que se llegaba a ver el cráneo. Comenzó a contarme que había quedado atrapada en los escombros y que llegó a escuchar a su abuela llorando y llamándola por su nombre. Esto la entristeció hasta el punto que le pidió a su abuela que no llore porque no iba a morir ya que Jesús la estaba cuidando. Finalmente fue salvada y los daños físicos que sufrió podrán ser reparados con una cirugía reconstructiva”. Colette Cunningham describe además cómo si bien la pequeña quedó muda luego del trauma del terremoto, a través de sus diálogos con la niña, gradualmente volvió a reír, cantar y saltar.
Colette siguió contando su experiencia luego del terremoto de Haití: “ayer, en uno de los campos, una joven se estaba curando bajo una tela porque estaba herida en una pierna. Sobre la tela, ella y su familia habían escrito ‘Jesús es mi seguridad’. Hay momentos en los cuales me siento verdaderamente sin fuerzas, pero saber que muchas personas rezan por mí, me ayuda a seguir haciendo lo poco que puedo para ayudar en esta terrible situación”. (AR) (Agencia Fides 6/02/2010 líneas 27, palabras 413)


Compartir: