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Bhubaneswar (Agencia Fides) - Continúa el inmenso sufrimiento de los prófugos cristianos en Orissa, víctimas de la violencia anticristiana que se produjo en agosto de 2008. Como la Iglesia en Orissa comunica a la Agencia Fides, los refugiados han sido atacados y ultrajados dos veces: primero cuando fueron expulsados de sus aldeas por la furia de los grupos extremistas hindúes que quemaron sus casas y robaron sus bienes; la segunda vez ha ocurrido en estos días, cuando el gobierno local de Orissa - después de un largo tira y afloja - finalmente ha autorizado la visita de una delegación de representantes de la Unión Europea (UE) en el conocido distrito de Kandhamal, escenario de violencias anti-cristianas.
La presencia de refugiados acampados lo mejor que pueden en las calles, su estado evidente de marginación y pobreza, la falta absoluta de cualquier tipo de asistencia social, el estado de abandono en que viven, habrían sido signo evidente de la responsabilidad y la indiferencia del gobierno local de frente a esta penosa situación. Los funcionarios civiles han decidido por eso “limpiar” el área que será visitada por la delegación de la UE, el 4 y 5 de febrero.
Así unas 100 personas de 21 familias pobres, de 11 aldeas cristianas - que ahora se encuentran en tiendas de campaña improvisadas, donde están luchando por sobrevivir - se han visto obligados a abandonar a toda prisa, la ciudad de Udaygiri, donde se habían establecido después de las violencias.
La Iglesia local dice a Fides: “Son personas al borde de la desesperación: no pueden regresar a sus aldeas porque han sido injustamente ocupadas por extremistas hindúes, que siguen amenazándoles; han tenido que abandonar de pronto los campos de refugiados, cerrados por el gobierno; son expulsados y marginados en los pueblos o ciudades donde buscan refugio y socorro. Siguen siendo víctimas de hostigamiento, amenazas y violencia”. Ahora, su presencia es indeseable para el Gobierno de Orissa, que a la Delegación de la UE quiere mostrar sólo los hogares reconstruidos, contando cómo el área de Kandhamal ha vuelto a la completa normalidad y armonía.
“La situación es muy grave. Hemos escrito una carta a la Comisión Nacional para las Minorías, para informar de este ulterior violación de los derechos de los refugiados cristianos y ciudadanos de la India”, ha dicho a Fides John Dayal, responsable de la All India Christian Council, organización ecuménica que defiende los derechos de las minorías religiosas en la India. “En este momento no hay noticias de a donde se han trasladado los refugiados. Cabe señalar que más de la mitad de las 5600 viviendas destruidas o incendiadas en Kandhamal todavía no se han reconstruido. Mientras tanto, nadie se preocupa por el empleo de estas personas, primera herramienta para sobrevivir con dignidad, y de la educación de sus hijos”. (PA) (Agencia Fides 3/2/2010)
