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Jerusalén (Agencia Fides) – Ante la difícil situación de Tierra Santa, la Navidad del 2009 alumbra con esperanza: los pueblos de Tierra Santa han aprendido a “ver a Dios en medio de las dificultades”: es cuanto afirma el Mensaje para la Navidad del 2009 difundido por el Patriarca Latino de Jerusalén, Su Exc. Mons. Fouad Twal.
El Patriarca destaca las dolorosas cuestiones aún no resueltas por las que pasa Tierra Santa: la falta de un estado donde los Palestinos puedan vivir en paz y armonía con sus vecinos; el status de Jerusalén aún no definido con claridad por la comunidad internacional; el miedo en que viven los israelitas, hecho evidente por la construcción del muro de separación que divide Tierra Santa. Pero Mons. Twal resalta también los “signos positivos”: el bloqueo parcial de nuevos asentamientos y la remoción de muchos puestos de bloqueo en Cisjordania; la generosidad de la comunidad internacional; la visita del Santo Padre en mayo del 2009, dando fuerza a la paz; el gran flujo de peregrinos que continua, signo de que los fieles no quieren abandonar Tierra Santa; algunas realizaciones como la nueva Clínica pediátrica en Belén, la Universidad de Madaba en Jordania, la construcción de 72 habitaciones para jóvenes parejas cristianas en Jerusalén; la decisión del Papa de convocar el Sínodo para el Medio Oriente en el 2010; la beatificación de Sor Marie Alphonsine, fundadora de la Congregación de las Religiosas del Rosario.
“El don más grande que podemos desear –concluye Mons. Twal- es el de la paz. Es un deseo común a todos los habitantes de este país, Israelitas y Palestinos. La paz es un don de Dios para los hombres de buena voluntad. Debemos ganárnoslo.” (PA) (Agencia Fides 23/12/2009; líneas 20, palabras 292)
