ÁFRICA/BURUNDI - La Iglesia católica ayuda a miles de prófugos a su regreso de Tanzania: algunos de ellos han vivido en los campos de prófugos desde 1972

sábado, 31 octubre 2009

Bujumbura (Agencia Fides)- “La Iglesia en Burundi está muy involucrada, junto con las autoridades nacionales y locales y las organizaciones internacionales, en acoger a los prófugos que regresan de Tanzania”, dice a Fides Don Salvatore Niciteretse, Secretario de la Comisión Episcopal para el Apostolado de los Laicos del Burundi. “Nuestra primera preocupación es el re conciliar a las personas”, dice don Niciteretse. “Hay prófugos que han vivido desde 1972 en los campos en Tanzania. Este esfuerzo de reconciliación tiene inicio un poco antes de que estos retornen a Burundi. Yo mismo he visitado dos veces los campos de prófugos en Tanzania para comunicar a nuestros connacionales cuanto la Iglesia católica está haciendo en la propia patria para favorecer la reconciliación nacional. En mis visitas me acompañaba un grupo de jóvenes de la Acción Católico del Burundi que interactuaron muy bien con sus coetáneos. Debo además agradecer a la Iglesia de Tanzania, los misioneros, los sacerdotes, los religiosos y los laicos que por años han ayudado a los prófugos del Burundi. Entre nuestras comunidades eclesiales se ha creado una buena comprensión”.
“La Iglesia es muy activa también a nivel material”, continua el sacerdote. “Traer al país a miles de personas es una operación enorme. No obstante los esfuerzos producidos por las autoridades locales y organismos internacionales para preparar la llegada, en diversos casos los prófugos, a su llegada, no tienen ni casa ni alimento. Los Obispos han hecho una exhortación para la movilización de todos, En las diócesis se están haciendo colectas para juntar alimentos, para integrar las ayudas alimentarias de la UNHCR (Alto Comisariato de la ONU para los prófugos), que son distribuidas por la Caritas Nacional del Congo”.
Otro problema a ser afrontado es la repartición de la propiedad de las tierras. Sobre las tierras abandonadas por sus propietarios se han situado otras familias. Los viejos propietarios o sus descendientes regresan a Burundi con el riesgo de peleas a causa de la propiedad de estos terrenos.
Según un comunicado de la UNHCR enviado a Agencia Fides: “desde marzo del 2008, el Alto Comisariato ha ayudado a 53.500 prófugos de los Viejos Asentamientos a que regresen a su casa. El repatriación voluntaria de los prófugos de 1972 es parte de un programa lanzado junto al gobierno de Tanzania para resolver la cuestión de los prófugos en situación difíciles. Gracias a este programa 162 mil de los prófugos del Burundi de 1972 que se encontraban en los Viejos Asentamientos han podido pedir la ciudadanía en Tanzania. Desde agosto, son ya 29 mil los que han sido naturalizados. El gobierno de Tanzania quisiera completar el proceso poniendo como límite el fin de este año para los 133 mil pendientes”.
Tanzania alberga también a prófugos del Burundi llegados en 1993. Estas personas eran alojadas mayormente en los campos para prófugos de las provincias de Kigoma y Kagera, al noroeste, todos ellos clausurados salvo uno. En 1972 los prófugos del Burundi escaparon también hacia la República Democrática del Congo, en Ruanda y Uganda. Con el gradual regreso de la paz a Burundi, más de medio millón de prófugos ha regresado a su hogar, entre estos más de 430.000 personas desde los campos en Tanzania. Ahora quedan solo 36 mil prófugos en el campo Mtabila, y otros 21.500 en la República Democrática del Congo, en Ruanda y en Uganda. (L.M.) (Agencia Fides 31/10/2009; líneas 39, palabras 580)


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