ÁFRICA/ANGOLA - 42 mil angoleños expulsados de la República Democrática del Congo necesitan de asistencia urgente

sábado, 24 octubre 2009

Luanda (Agencia Fides)- Más de 42 mil angoleños han sido repatriados de la República Democrática del Congo, según afirmó a la agencia de noticias angoleña ANGOP, Bohdan Nahajlo, representante en Angola del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR). El funcionario de la agencia humanitaria de la ONU precisó que el flujo más grande de repatriados se registró en la provincia de Zaire.
El ACNUR ha iniciado un plan de asistencia que incluye el suministro de bienes de primera necesidad y de tiendas para dormir. El representante del ACNUR añadió que ya se ha realizado una evaluación inicial de la situación en la provincia de Zaire septentrional a cargo de un equipo formado por diversas agencias humanitarias y por representantes del Ministerio para la asistencia y la reinserción social (Minars). Entre las principales emergencias encontradas se encuentra la falta de tiendas de campaña, utensilios de cocina, bolsas plásticas, medicinas y asistencia médica.
El ACNUR ha dispuesto el envío desde Sudáfrica de un avión con más de dos mil tiendas de campaña y otros equipos así como seis especialistas en el manejo de situaciones de emergencia.
En un comunicado enviado a la Agencia Fides el ACNUR afirma que en base a los primeros resultados, son casi 30.000 personas las que se encuentren dentro y alrededor de dos sobre poblados centros de acogida en Cuimba (11.000 personas) y en Mama Rosa (cerca de 18.000 personas), respectivamente a 30 km y 8 km de la frontera con la República Democrática del Congo. Es urgente la necesidad de alojamientos, alimentos, medicinas e instalaciones de saneamiento. El suministro de agua potable también es insuficiente. Algunos de los civiles expulsados, beben agua de los ríos más cercanos, los cuales están altamente contaminados. Ya han sido ubicados muchos casos de diarrea.
“El hecho -continúa el comunicado- de que haya un significativo número de refugiados congoleños entre las personas expulsadas a la fuerza nos preocupa particularmente. Algunos de ellos dicen haber sido reunidos para posteriormente ser llevados a la frontera, a pesar de contar con documentos que los acreditan como refugiados. Otros han denunciado haber sido obligados a regresar sin tener la oportunidad de recoger sus documentos de identidad ni ninguna de sus pertenencias. La mayoría de ellos fueron expulsados desde la provincia de Bajo Congo en el sur de la RDC”.
“Estos retornos forzados se han producido en respuesta a las oleadas de expulsiones desde Angola de un gran número de congoleños desde diciembre de 2008. ACNUR acoge con agrado el acuerdo oficial entre la RDC y Angola para poner fin a las expulsiones transfronterizas. Sin embargo, las autoridades angoleñas han indicado a la misión interagencial que esperaban nuevas expulsiones a gran escala de angoleños que sentían que ya no podrían permanecer durante más tiempo en la RDC”, concluyó el comunicado del ACNUR.
Desde hace varias semanas las relaciones entre Angola y la RDC están tensas a causa de las recíprocas expulsiones de ciudadanos de ambos países (ver Fides 22/10/2009), aunque el verdadero problema de fondo se encuentra en la repartición de los recursos petrolíferos de un área común en el Océano Atlántico. Las divergencias entre ambos países son el centro de los trabajos del Vértice de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC), que se abre hoy, 24 de Octubre, en la capital del Congo, Kinshasa. (L.M.) (Agencia Fides 24/10/2009 líneas 38, palabras 556)


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