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Zamboanga (Agencia Fides) – “El rapto de p. Sinnott nos vuelve a poner en una situación de tensión. La gente tiene miedo ya que ahora los secuestros se dan a cualquier nivel, aún cuando los extranjeros son el blanco preferido” afirma a la Agencia Fides p. Sebastiano D’Ambra, del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME), desde hace decenios presente en Filipinas del Sur, en la zona de Zamboanga, donde creó hace 25 años el movimiento para el diálogo Islam-cristianismo “Silsilah”.
“Esto es otro calvario, sobre todo para el P. Michael, que ha sido raptado, pero también para la comunidad de misioneros de San Colombano, que han tenido la experiencia de tres sacerdotes secuestrados en Mindanao en los últimos 15 años”, declara.
Sobre los responsables del secuestro, p. D’Ambra concuerda con las hipótesis corrientes: “Son grupos que buscan dinero e instrumentalizan de manera violenta el Islam como una ideología”.
“Hay que señalar – continua el análisis del misionero – que en el pasado, hasta hace unos veinte años atrás, no se producían en Mindanao casos de sacerdotes asesinados o secuestrados, ya que estos eran respetados por el servicio y el trabajo que desarrollaban. Sin embargo, desde hace algunos años parecería que ha ganado terreno la mentalidad que piensa que puede también tocar a las personas consagradas, que tienen una misión de paz en la comunidad. Esto podría significar que el espíritu del llamado ‘fundamentalismo’ estaría corroyendo los principios tradicionales de la convivencia entre cristianos y musulmanes en Filipinas, especialmente en Mindanao”.
¿Quién se beneficia con este cambio? ¿Quién lo está dirigiendo? No es fácil encontrar respuestas a estas preguntas, afirma p. D’Ambra, que afirma: “Por mi parte y por parte del movimiento para el diálogo Silsilah continuamos caminando con valentía y con confianza en el Señor. Éste es también para mi una manera de celebrar en el silencio la Jornada Misionera Mundial (JMM)”.
Precisamente sobre la JMM el P. D’Ambra envió a la Agencia Fides un mensaje en el que se ilustran los desafíos que los cristianos en Mindanao tienen que enfrentar para vivir la misión en un ambiente musulmán: “En algunas zonas donde Silsilah está presente, los cristianos comparten con los musulmanes el concepto de misión, equiparándolo al de la Dawa islámica” afirma el texto.
“Un cristiano durante la Jornada Misionera Mundial debe reflexionar sobre como vivir la fe sin compromisos, también entre los musulmanes, y como promover el amor de Dios y el amor al prójimo, guiado por la misión de amor de Jesús”, continua. “Un cristiano en una zona musulmana, en cualquier parte del mundo, debe estar orgulloso de ser cristiano y deber tener la libertad y la valentía para practicar la propia fe, así como un musulmán está orgulloso de practicar la suya”. (PA) (Agencia Fides 14/10/2009 líneas 34 palabras 490)
