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Washington (Agencia Fides) – En el ámbito de las iniciativas planteadas por el Año Sacerdotal propuesto por el Santo Padre Benedicto XVI, el 6 y 7 de octubre la Universidad Católica de América (CUA) ha propuesto un Simposio que profundizará en el misterio del sacerdocio a la luz del patrimonio espiritual y teológico de la Iglesia. En el Simposio, que tendrá como tema “Sacerdocio ministerial en el Tercer Milenio: Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote”, se realizarán diversas ponencias a cargo de diversos sacerdotes miembros de la CUA, de la Sociedad de San Sulpicio y otros.
El P. David Toups, del Secretariado para el clero, la vida consagrada y las vocaciones, de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, ante la pregunta de la Agencia fides sobre las expectativas para el Simposio respondió: “El Simposio es una de las muchas actividades a realizarse durante este Año Sacerdotal. Cada una de ellas constituye una oportunidad para reunirnos y crecer en nuestra comprensión y aprecio del ministerio sacerdotal, un don que Jesús nos ha dado hace 2000 años. Cada cristiano debe crecer en la conciencia de los dones que ha recibido, y el Año Sacerdotal constituye una oportunidad particular para todo cristiano, de crecer en la conciencia de lo que significa el don del sacerdocio, sea para los mismos sacerdotes que para todos los fieles”.
En su diálogo con Fides, el P. Toups resaltó que “una mayor consideración para el sacerdocio nos ayudará a crecer en el amor por la Iglesia, por Nuestro Señor Jesucristo y por su presencia en la Eucaristía”. Comentando cuáles son los mayores desafíos que el clero y la Iglesia deben enfrentar actualmente en los Estados Unidos, el P. Toups remarcó la necesidad de “permitir a Cristo ser el centro de nuestra vida. Podemos a veces estar tan ocupados, como ha dicho el Papa, en el trabajo del Señor, que olvidamos quién es el Señor del trabajo. Para los sacerdotes, este Año Sacerdotal es una ocasión para re focalizar la atención en el amor del Padre por nosotros como individuos, y para recibir aquel amor de manera más profunda a través de la oración y de los momentos de silencio en nuestra vida cotidiana. La fuente de nuestra fuerza es la oración cotidiana ante el Santísimo Sacramento y la Eucaristía de cada día. Como las otras tareas cotidianas, la oración, nuestra cita con Dios, debe estar programada. El Año Sacerdotal nos recuerda justamente esto, comprendiendo la importancia de la oración no sólo para nuestra propia salvación, sino también para la salvación de las personas que se confían a nuestro cuidado pastoral”.
El P. Toups concluyó recordando que “es responsabilidad de todos los fieles el promover las vocaciones. Jesús nos ha pedido rezar al dueño de la mies para que mande obreros a su mies. Por esto es nuestro deber, sea como miembros del clero que como fieles laicos, el promover las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada a través de nuestra oración y de nuestras palabras de aliento. El Simposio de la CUA busca ayudar a todos los fieles a crecer en la conciencia del ministerio sacerdotal durante este Año Sacerdotal”. (AR) (Agencia Fides 5/10/2009 líneas 33, palabras 525)
