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Praga (Agencia Fides) – Finalizada la celebración eucarística celebrada en la explanada de la vía Melnik, en Stará Boleslav, el 28 de septiembre, el Santo Padre Benedicto XVI se ha dirigido a los jóvenes que la tarde anterior habían realizado una peregrinación al lugar del martirio de San Wenceslao que habían pasado la noche acampados en la explanada esperando la celebración presidida por el Papa.
“Queridos amigos, no es difícil constatar que en cada joven hay una aspiración a la felicidad, – ha dicho el Papa a los jóvenes -, a veces mezclada con un sentimiento de inquietud; una aspiración que, sin embargo, a menudo la sociedad de consumo explota de forma falsa y alienante. Es necesario en cambio evaluar seriamente el anhelo de felicidad, que exige una respuesta verdadera y exhaustiva. A vuestra edad se toman las primeras grandes decisiones, capaces de orientar la vida hacia el bien o hacia el mal. Desafortunadamente no son pocos vuestro coetáneos que se dejan atraer de ilusorios espejismos de paraísos artificiales para encontrarse después en una triste soledad”.
El Papa ha invitado a todos “a mirar la experiencia de San Agustín, cuando afirmaba que el corazón de todas las personas está inquieto hasta que no encuentra realmente lo que busca. Y él descubrió que solo Jesucristo era las respuesta satisfactoria al deseo, suyo y de cada ser humano, de una vida feliz, llena de significado y de valor. Como hizo con Agustín, el Señor sale al encuentro de cada uno de vosotros. Llama a la puerta de vuestra libertad y os pide que le acojáis como amigo. Quiere haceros felices, llenaros de humanidad y dignidad. La fe cristiana es esto: el encuentro con Cristo, Persona viva que da a la vida un nuevo horizonte y con ello la dirección decisiva”.
“El Señor llama a cada uno por su nombre – ha proseguido el Santo Padre - y a cada uno quiere confiar una misión específica en la Iglesia y en la sociedad”, luego ha exhortado los jóvenes a tomar conciencia que el Bautismo nos ha hecho hijos de Dios y miembros de su Cuerpo que es la Iglesia. “Jesús os renueva constantemente la invitación a ser discípulos y testigos suyos” ha dicho Benedicto XVI, citando la llamada al matrimonio y a construir una familia cristiana: “La sociedad necesita familias cristianas, familias santas!”. Luego ha lanzado una llamada particular, en este Año Sacerdotal, porque los jóvenes llamados a seguir a Jesús en el sacerdocio ministerial o en la vida consagrada, no titubeen a contestar a su invitación: “la Iglesia, también en este país, necesita sacerdotes numerosos y santos y personas totalmente consagradas al servicio de Cristo, esperanza del mundo”.
Benedicto XVI ha recordado la experiencia de las Jornadas Mundiales de la Juventud: “Vosotros, queridos jóvenes, ¡sois la esperanza de la Iglesia! que espera que os hagáis mensajeros de la esperanza, como el año pasado, en Australia, por la Jornada Mundial de la Juventud, gran manifestación de fe juvenil, que he podido vivir personalmente y de la cual algunos de vosotros habéis tomado parte. Muchos más podréis venir a Madrid, en agosto de 2011. Os invito desde ahora a este grande encuentro de jóvenes con Cristo en la Iglesia” Al final una entrega a los jóvenes: “el Papa os pide vivir con entusiasmo y alegría vuestra fe; creciendo en la unidad entre vosotros y Cristo, rezando y siendo asiduos en la práctica de los sacramentos, sobre todo la Eucaristía y la Confesión; preocupándoos de vuestra formación cristiana permaneciendo siempre dóciles a las enseñanzas de vuestros pastores”. (S.L.) (Agencia Fides 29/9/2009)
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