AFRICA/MADAGASCAR - “El analfabetismo y el inicio de un círculo vicioso: la ignorancia, la falta de higiene, el subdesarrollo, la pobreza, la lepra. Rompiendo con la barrera de la ignorancia también se vencen las enfermedades”; el compromiso de los misioneros capuchinos en Madagascar

martes, 28 julio 2009

Ambanja (Agencia Fides) – En el 2002 Madagascar recibió de la OMS el “trofeo de la victoria contra la lepra”, enfermedad que ha flagelado la isla por muchos años y que hoy está controlada en parte gracias al esfuerzo en cadena de misioneros católicos. En particular, el Centro Saint Damien ad Ambanja, fundado por los Hermanos Capuchinos en los años ’60, ha garantizado un servicio a la vanguardia para más de 6 mil pacientes adoptando medidas contra la difusión del bacilo de Hansen. Hoy en día los casos de contagio han bajado a menos de 1 sobre 10 mil habitantes, pero otras enfermedades de tipo epidémico vuelven a golpear. Es por ello que desde hace cerca de quince años la clínica ha sido en parte reacondicionada y actualmente, en Ambanja, los enfermos de lepra son 21 frente a 205 casos de tuberculosis.
Para evitar que se repitan las viejas segregaciones sociales los contagiados son hospitalizados por dos meses y luego tratados ambulatoriamente por otros 6 meses previstos del ciclo completo de la cura. El protocolo adoptado ha convencido al sistema sanitario público y el servicio que se da es señalado como modelo de eficiencia, entre otras cosas por su sistema de auto sostenimiento alimentario que incluye el cultivo de diversas hectáreas de terreno. Dados los importantes resultados obtenidos hoy, el centro se lanzado a un tercer frente de acción: la escolarización de los niños.
“Puede parecer paradójico poner juntos la lepra, la tuberculosis y los niños –escribe en Continenti el Director de la ex Léproserie St. Damien, el padre Marino Brizi OFM cap–, pero es mejor de esta manera, puesto que los jóvenes, además de aprender a leer y a escribir, aprenden a prevenir las enfermedades que curamos. El analfabetismo y el inicio de un círculo vicioso: la ignorancia, la falta de higiene, el subdesarrollo, la pobreza, la lepra. Rompiendo con la barrera de la ignorancia también se vencen las enfermedades”. Actualmente los estudiantes residentes son cerca de 120, más otros 80 seguidos directamente en la ciudad a través de adopciones a distancia. La Léproserie sobrevive en el centro médico-quirúrgico fundado por el padre Stefano Scaringella OFM cap. Cada año se efectúan de 6 a 7 millones de visitas, cerca de 2,500 intervenciones de cirugía general, 300 de oftalmología y 200 partos cesáreos. (A.M.) (Agencia Fides 28/7/2009; líneas 26, palabras 384)


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