AMERICA/COSTA RICA - Comunicado de los Obispos ante el ‘Día nacional de la vida, antes de nacer’: “Los cónyuges que son conscientes de que los hijos son lo más importantes y son responsables en la educación de sus hijos, cumplen con su vocación y hacen un bien invaluable a la sociedad”

martes, 28 julio 2009

San José (Agencia Fides) – Los Obispos de Costa Rica han publicado un comunicado con motivo de la celebración del “Día nacional de la vida, antes de nacer” en el que recuerdan que “la radicalidad de los valores del Reino, no admite ambigüedades. La vida de todo ser humano ha de ser respetada de modo absoluto desde el momento mismo de la concepción, porque el hombre es la única criatura en la tierra que Dios ha "querido por sí misma", y el alma espiritual de cada hombre es "inmediatamente creada" por Dios; todo su ser lleva grabada la imagen del Creador”
Los Obispos reiteran que “sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término” y, por tanto, “nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente”
Manifiestan a continuación su esperanza ante la realidad de que “son todavía muchas las mujeres y hombres que han preparado y se preparan adecuadamente para la vida matrimonial”, dado que “el matrimonio natural, es el ambiente querido por Dios desde el principio para que se engendren nuevas vidas”. De este modo se garantiza a la sociedad un futuro mejor, “pues al prepararse para la unión indisoluble se mantendrá firme la estructura social fundamental de la sociedad y el desarrollo integral de los ciudadanos”.
Así mismo felicitan a las “mujeres y hombres que son generosos, y ofrecen su vida por sus hijos”. “Los cónyuges que son conscientes de que los hijos son más importantes que muchos lujos y comodidades, pero que al mismo tiempo son responsables en la educación y atención de sus hijos, cumplen con la vocación a la que han sido llamados y hacen un bien invaluable a la sociedad”, continua el texto.
Frente a los problemas con los que a veces pueden enfrentarse los padres ante un embarazo inesperado, como puede ser la pobreza, la carencia de empleo, reducidas oportunidades de estudio, la soledad y el vacío afectivo, la falta de apoyo familiar y social, los Obispos afirman que “el origen de la crisis no es el embarazo en sí, sino las circunstancias adversas”. Por ello, el Estado, la sociedad civil y la Iglesia misma “se deben esforzar por ofrecer la ayuda necesaria, para que el mismo signifique siempre motivo de alegría y de esperanza, desechando todo intento de eliminar aquella vida inocente”.
Concluyen el comunicado manifestando su compromiso con los padres y madres, que se esfuerzan por vivir el Evangelio de la Vida: “La Iglesia en nuestro país, a través de las Parroquias y su acción pastoral, les extiende la mano para apoyarlos durante el embarazo, en la educación de la niñez y juventud, la preparación para el matrimonio y el acompañamiento, para que la su unión conyugal sea imagen y semejanza de Dios uno y trino”. (RG) (Agencia Fides 28//2009)


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