AFRICA/CONGO RD - “Para mi la vida es Cristo”: Mensaje de los Obispos del Congo con ocasión del Año Sacerdotal

lunes, 20 julio 2009

Kinshasa (Agencia Fides)- “Junto al Santo Padre, queremos que el Año Sacerdotal contribuya a promover un compromiso con vuestra renovación interior para que así vuestro testimonio en nuestro país y en el mundo sea más incisivo y más vigoroso” escriben los Obispos de la República Democrática del Congo a los sacerdotes en su mensaje por el Año Sacerdotal. En el mensaje se evidencia la necesidad de que los sacerdotes sean en primer lugar testigos auténticos de fe ya que, como afirma el Papa Pablo VI, “el hombre contemporáneo escucha más a los testigos que a los maestros o, si escucha a los maestros, es porque son testigos”.
Un testimonio aún más difícil en la compleja sociedad congolesa, como subraya el mensaje: “Queridos hermanos en el sacerdocio, somos concientes del hecho que el ejercicio de vuestro ministerio se da en un mundo caracterizado por la perdida de lo sagrado; por la invasión creciente de las sectas; por el pluralismo religioso; por la perdida de los valores morales y por la inclinación a seguir antivalores como la mentira, la división, el tribalismo, la xenofobia, el no respetar la palabra dada y el bien común, la perdida del sentido del honor y de la dignidad, la deshonestidad, el permisivismo y la mala gestión. Además, este contexto está marcado, desde hace algunos años, por algunas situaciones dramáticas de conflictos armados que provocan sufrimiento, por una miseria y por una pobreza indescriptibles, por la perdida del poder adquisitivo de la población así como por la falta de una infraestructura de base”.
“A pesar de esta situación catastrófica, algunos de vosotros habéis dado prueba y continuáis haciéndolo de valentía y de heroísmo ejemplar. Pensamos en particular en don Esteban Kaoze y en don Charles Mbuya. Incluso algunos, víctimas del odio y de varias atrocidades, han llegado a dar su sangre para testimoniar su fe. Otros desafían cotidianamente, en el silencio y en la abnegación, pruebas de todo tipo. Ésta es para nosotros la ocasión para darles un caluroso homenaje a estos dignos hijos de nuestra Iglesia”.
Don Esteban Kaoxe (1885-1951) fue el primer sacerdote congolés, ordenado en 1917, del este del Congo (ver Fides 19/5/2007), mientras don Charles Mbuya fue el primer sacerdote de Kasai (Congo central), ordenado en 1934.
Junto a los sacerdotes que con valor cumplen cada día con su deber, los Obispos reconocen que “lamentablemente existen situaciones profundamente condenables donde la Iglesia misma sufre por la infidelidad de algunos de sus ministros”.
“Por esto – continúan los Obispos – os exhortamos a descubrir y a vivir mejor vuestra identidad sacerdotal, radicada en la misma persona de Jesucristo. El Señor Jesús debe constituirse en el punto de referencia permanente de vuestra vida de todos los días. En otros términos, habéis sido llamados a ser testigos auténticos de Cristo”. Es por eso que los sacerdotes han sido invitados a intensificar su oración y a vivir plenamente la comunión jerárquica.
“El éxito de vuestro ministerio depende de vuestra íntima relación con Cristo. Que este Año Sacerdotal pueda ser, para vosotros, un año de oración, de penitencia y de mortificación siguiendo el ejemplo de San Juan Maria Vianney. En este camino, la Santa Virgen María, Madre de los sacerdotes, y los Beatos Marie Clémentine Anuarite y Isidore Bakanja nos muestren cual es el amor que conduce a la fidelidad. Nos confiamos a su intercesión”, concluye el mensaje. (L.M.) (Agencia Fides 20/7/2009 líneas 42 palabras 578)


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