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San José (Agencia Fides) - La iglesia de Costa Rica se muestra preocupada por la alarmante realidad del narcotráfico, tanto en el consumo como en el tráfico de droga, en el país según se desprende de un comunicado firmado por los Obispos del país.
Señalan los Obispos que el país “por su privilegiada ubicación geográfica - dejó de ser un “corredor o pasillo” hacia el Norte, para convertirse en un eslabón más del nefasto negocio de distribución internacional, almacenamiento, venta y consumo local de drogas” que por otro lado está generando “ilegalidad, corrupción, violencia, criminalidad, desintegración familiar e inestabilidad social”.
Pero más que resaltar las causas de este fenómeno, bien conocidas, los Obispos, como Pastores de la Iglesia en Costa Rica, desean ante todo “apoyar todas las iniciativas y las acciones que ataquen el problema desde su raíz pues, la Iglesia no puede permanecer indiferente ante este flagelo que está destruyendo a la sociedad, especialmente a las nuevas generaciones”. Su atención pues se centra en la prevención, el acompañamiento y el apoyo a las políticas gubernamentales para reprimir esta pandemia.
En cuanto a la prevención, los Prelados insisten en “la educación en valores que deben guiar a las nuevas generaciones, especialmente el valor de la vida y del amor, la propia responsabilidad, el valor del trabajo honesto y de la dignidad humana de los hijos de Dios”. Por otro lado, “la Iglesia, como Madre, está al lado de las víctimas de este flagelo para ayudarles a recuperar su dignidad y vencer esta enfermedad”.
Respecto al apoyo a la erradicación del problema, realizan una fuerte denuncia de “la criminalidad de los narcotraficantes que comercian con tantas vidas humanas, teniendo como meta el lucro y la fuerza en sus más bajas expresiones”, a la vez que recuerdan que el Estado es el primer responsable en “combatir, con firmeza y con base legal, la comercialización indiscriminada de la droga y el consumo ilegal de la misma”
“En una Nación en la que, mayoritariamente, nos declaramos cristianos- continua el texto -, nuestra identidad y vocación nos debe llevar a anteponer los principios evangélicos a cualquier participación en una actividad que, por lucrativa que sea, claramente, denigra al ser humano y ofende gravemente a Dios”.
Concluyen los Obispos el texto pidiendo de forma particular la especial protección de María, bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles, especialmente en este mes en que la Iglesia en Costa Rica centra su atención en la juventud “para que, este sector tan importante de nuestra población, se decida a seguir la propuesta que Cristo les hace: vivir la auténtica libertad, mediante “La conversión: camino del joven hacia la vida”, que es el lema que hemos elegido”. (RG) (Agencia Fides 15/7/2009)
