ASIA/TURQUÍA - Buenas perspectivas para el diálogo ecuménico e interreligioso en Turquía luego del Año Paulino

martes, 14 julio 2009

Estambul (Agencia Fides) – Luego del Año Paulino, que ha sido “un año de gracia”, se abren nuevas y alentadoras perspectivas para el diálogo ecuménico e interreligioso en Turquía: de esta manera el p. Rubén Tierrablanca OFM, Superior de la Fraternidad Franciscana Internacional en Estambul, al día siguiente de la clausura del Año Paulino, delineó el futuro de las relaciones ecuménicas e interreligiosas en tierras turcas.
El p. Rubén ilustra a Fides los compromisos y los retos que el Año Paulino deja en herencia a la comunidad católica turca: “Cristiano se llega a ser. Esto es válido en el caso de Pablo y es esta la realidad que nos compromete a renovar cotidianamente la fe en Cristo, poniendo a disposición todos los recursos de nuestra naturaleza humana y espiritual. La herida profunda de las divisiones entre cristianos, presentes en esta tierra desde hace miles de años, nos entristece muchísimo, pero sobre todo nos lanza a un trabajo constante, aunque sea de largo plazo y lento. En lo que a nosotros toca, como Iglesia Católica, en todos sus componentes y tradiciones rituales, cuanto más logremos trabajar unidos dando testimonio de la verdadera unidad en Cristo, tanto más será válida nuestra contribución a la unidad de toda la Iglesia de Cristo. El reto es grande, pero estamos listos para afrontarlo”.
“Otra convicción que hemos confirmado en este año en el que San Pablo Apóstol ha sido nuestro maestro – agrega el Superior – es la apertura al mundo multireligioso y multicultural: debemos seguir aprendiendo a vivir nuestra fe en apertura a quienes no son de los nuestros, en fidelidad a Cristo, pero también en fidelidad al hombre. Anunciar a Cristo y dar testimonio de Él con la vida es nuestra tarea, pero sin la pretensión de inflar estadísticas: Pablo sembró, Pablo cosechó, pero es Dios el que hace crecer”.
Finalmente, hace notar el p. Tierrablanca, “un llamado que todos hemos recibido durante este año ha sido el de explicar con simplicidad, pero también con claridad y profundidad la historia de la Iglesia desde su origen y en sus momentos más significativos, vividos en esta región del mundo, además de compartir nuestra experiencia personal y eclesial, como presencia cristiana en Turquía, país de mayoría musulmana. Ahora queremos asumir responsable y abiertamente este reto: dar testimonio de nuestra esperanza a todos aquellos que nos la piden, según la recomendación de Francisco de Asís: “… y declárense cristianos”.
“Con todos los creyentes en Cristo, Señor y Salvador de la humanidad entera – concluye el fraile – hemos vivido durante el Año Paulino diversos momentos de renovación intensa de nuestra fe, a través de la lectura constante del relato de la adhesión al Evangelio en Damasco y de la predicación del Apóstol Pablo, además de su ministerio, particularmente en Asia Menor, territorio en el que el Señor nos quiere como evangelizadores en este siglo XXI. La visita a los diversos lugares del ministerio de Pablo nos ha hecho vivir un profundo sentido eclesial: a partir de la experiencia de las comunidades primitivas y a lo largo de la historia del cristianismo”. (PA) (Agencia Fides 14/7/2009; líneas 38, palabras 529)


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