ASIA/BANGLADESH - Misioneros “viejos y nuevos” por la evangelización del país y de la misión ad gentes

martes, 14 julio 2009

Dacca (Agencia Fides) – Los misioneros han dado y continúan dando un aporte determinante a la evangelización del país, en la promoción humana y en el desarrollo social de la población bengalí.
Por un lado están los misioneros que han dedicado toda su vida a Bangladesh, como el p. Adolfo L’Impero, PIME, misionero de la diócesis de Gaeta (Italia). Por otro lado el Espíritu Santo sigue suscitando nuevas vocaciones misioneras también entre jóvenes laicos, como sucedió recientemente en el pueblo de Gulta, en la diócesis de Rajshahi, donde el joven Joseph Mongol Ain emitió su promesa como misionero laico del PIME, quién prestará su servicio en África.
P. L’Impero, recordando sus 40 años de misión, destacó que “no es el individuo por si mismo a constituirse misionero, sino la Iglesia toda, como comunidad la que se expresa concretamente cuando alguien acepta esta tarea”.
El misionero había llegado ya a Bangladesh cuando esta no existía aún como república autónoma, y se llamaba “Pakistán oriental” como resultado de la repartición del subcontinente indio realizada por los ingleses.
P. Adolfo recuerda los difíciles años de la misión, cuando el país conquistaba su independencia en una sangrienta lucha. P. Adolfo comenzó su misión en Dhanjuri, entre las tribus Santal; poco después, a partir de la guerra de liberación, asumió el cargo de director de la Caritas administrando la ayuda que llegaba de todos los países del mundo. Ha proyectado y realizado muchas construcciones, no sólo iglesias y santuarios, sino también hospitales, hospicios y casas para pobres. Durante muchos años fue también párroco de la catedral de Dinajpur y Director del “Proyecto Lepra” en Dhanjuri.
En la actualidad, como lo recuerda el noticiero “Banglanews”, está muy comprometido con el “apoyo al estudio”, proyecto que permite a más de 310 muchachos y muchachas entre 10 y 16 años frecuentar las escuelas secundarias y superiores, cosa que sería casi imposible para ellos. Aún en Bangladesh el 50% de la población es analfabeta.
Además, entre sus mayores méritos, habría que señalar su aporte a la formación cultural y espiritual así como su apoyo a muchos jóvenes sacerdotes de la Iglesia local.
La herencia de p. Adolfo está depositada en los muchos jóvenes que en la actualidad se acercan a la vida consagrada y la misión. Así por ejemplo a través de Joseph Mongol Ain, misionero laico del PIME, proveniente de la pequeña comunidad de Gulta (unos 1,000 católicos), la pequeña Iglesia bengalí se convierte a su vez en misionera. De hecho el destino del nuevo misionero será Camerún, donde Joseph llevará a cabo de compromiso evangelizador. (PA) (Agencia Fides 14/7/2009 líneas 31 palabras 428)


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