VATICANO - El Papa invita a la delegación del Patriarcado ecuménico de Constantinopla a dar gracias al Señor “por todos los frutos y los beneficios que nos ha concedido la celebración del segundo milenio del nacimiento de San Pablo”

martes, 30 junio 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides)- Con las palabras de san Pablo – “Gracia a vosotros y paz de Dios, Padre Nuestro, y de nuestro Señor Jesucristo” (Ef 1, 2) – el Santo Padre Benedicto XVI acogió a la delegación del Patriarcado ecuménico de Constantinopla, recibida en audiencia el 27 de junio, en ocasión de las celebraciones por la solemnidad de San Pedro y Pablo. “Hoy, con este anuncio de paz y de salvación, os doy la bienvenida en la fiesta patronal de los santos Pedro y Pablo, con la que concluiremos el Año Paulino –dijo el Papa-. El año pasado, el Patriarca ecuménico, Su Santidad Bartolomé I, quiso honorarnos con su presencia para celebrar juntos la inauguración de este año de oración, de reflexión y de intercambio de gestos de comunión entre Roma y Constantinopla. A su vez, hemos tenido la alegría de enviar una delegación a las celebraciones análogas organizadas por el Patriarcado ecuménico. No podía ser de otro modo en este año dedicado a San Pablo, que nos pide con vigor ‘conservar la unidad del espíritu por medio del vínculo de la paz’, enseñándonos que existen ‘un solo cuerpo y un solo espíritu’ (Ef 4, 3-4).”
Invitando a dar gracias juntos al Señor “por todos los frutos y beneficios que nos ha traído la celebración del segundo milenio del nacimiento de san Pablo”, el Santo Padre destacó que la presencia de la delegación del Patriarcado Ecuménico “es signo de fraternidad eclesial”, y recuerda “nuestro compromiso común en la búsqueda de la plena comunión”. Por esto ha resaltado: “la Iglesia católica quiere contribuir en todos los modos en que le sea posible al restablecimiento de la plena comunión, en respuesta a la voluntad de Cristo por sus discípulos y conservando en la memoria la enseñanza de Pablo, quien nos recuerda que hemos sido llamados ‘a una sola esperanza’”.
En tal perspectiva, el Pontífice exhortó a “mirar con confianza el buen proseguimiento de los trabajos de la Comisión mixta internacional para el dialogo teológico entre los ortodoxos y los católicos” que se reunirá en el mes de octubre para afrontar “un tema crucial para las relaciones entre Oriente y Occidente, el ‘rol del Obispo de Roma en la comunión de la Iglesia durante el primer milenio’. El estudio de este aspecto se demuestra en efecto indispensable para poder profundizar globalmente la cuestión en el cuadro actual de la búsqueda de la plena comunión”. Concluyendo su discurso, Benedicto XVI manifestó el deseo que “las incomprensiones y tensiones encontradas entre los delegados ortodoxos durante las últimas sesiones plenarias de esta comisión sean superadas en el amor fraterno, en modo que este dialogo sea más ampliamente representativo de la ortodoxia”. (S.L.) (Agencia Fides 30/6/2009; líneas 33, palabras 483)


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