ASIA/TIERRA SANTA- El Año Paulino en Jerusalén: un aporte de P. Frédéric Manns OFM

viernes, 26 junio 2009

Jerusalén (Agencia Fides) – No es fácil hacer estadísticas y aún más difícil interpretarlas. El Rey David fue castigado por Dios porque quería censar a su pueblo. Dios es el maestro de la historia. Pero los hombres aman hacer cuentas para sentirse en paz con la propia conciencia. Adoran las cifras y así se sienten importantes, decía el Principito.
La Iglesia local prefiere, a decir verdad, a Pedro y Pablo. No obstante todo, esta realizó algunas celebraciones con ocasión del Año Paulino. Una eucaristía ecuménica presidida por los Obispos de la asamblea de los Ordinarios, que reunió a religiosos y religiosas con todos los estudiantes de los Centros bíblicos en la basílica de San Estaban en noviembre del 2008. Fue un momento importante de dialogo, porque Jerusalén necesita más que nada de puentes en vez de muros en todos los niveles.
La Custodia de Tierra Santa ha sido responsable de una exposición sobre San Pablo en el centro de información cristiana, en la puerta de Giaffa. La inauguración de tal muestra fue la ocasión para presentar varios aspectos de la personalidad del Apóstol de Gentes, en modo particular su actitud hacia las mujeres, un tema que en Orienta interesa mucho a los hombres. La semana de reflexión teológica organizada cada año por el Estudio Bíblico Franciscano después de Pascua tuvo como tema la teología de San Pablo. Las religiosas, como acostumbrado, ocuparon todos los lugares.
Varios profesores de los Centros bíblicos de Jerusalén fueron invitados a Congresos sobre San Pablo en todo el mundo: Perú, Damasco en Siria, Valencia. … Artículos y libros han sido escritos para difundir el mensaje del Apóstol. Hay también quien guió un crucero siguiendo los lugares de San Pablo, viaje organizado por los Padres Asuncionistas en el Mediterráneo. También en Chipre, que es parte de la diócesis de Jerusalén, una peregrinación a Pafo permitió a la comunidad local y a la comunidad internacional recordar el paso de Pablo por la isla. Las religiosas visitaron el museo y la tumba de Bernabé que se encuentra en la parte turca de la isla, pues lamentablemente se separa con frecuencia a Pablo de sus compañeros en la misión. Pablo, sin Bernabé, originario de Chipre, no habría podido organizar el primer viaje misionero.
El programa de la conclusión oficial del Año Paulino prevé que será el cardenal Walter Kasper quien presidirá algunas celebraciones en Jerusalén. El 29 de junio el canto de las Vísperas solemnes reunirá a los fieles en la basílica de San Estaban. El lugar del martirio de Esteban recordará a todos la presencia de Saulo aprobando la lapidación del diácono. El 30 de junio una Santa Misa será celebrada en Cesárea marítima, donde el Apóstol permaneció dos años antes de ir a Roma. Obispos y sacerdotes que iniciarán un retiro espiritual interritual, acompañarán al Cardenal Kasper. Por la noche, en Akko Ptolemaide, por donde el Apóstol pasó tras su tercer viaje, será celebrada una liturgia de la Palabra en tres lugares: en la Iglesia maronita, en la Iglesia melquita y en la Iglesia latina. Frente al mar, el Cardenal impartirá la bendición.
He tenido la fortuna de asistir a la apertura ecuménica del Año Paulino en Tarso y Antioquía, el 29 de junio del año pasado. Una pequeña comunidad local testimonia en esta tierra difícil su fe en Cristo resucitado. Ni siquiera la iglesia de Tarso ni la gruta de Antioquía pertenecen a la Iglesia. Estas iglesias son museos. Tendré la gracia de acompañar a un grupo internacional de nuestros estudiantes para la clausura del Año Paulino en el mes de junio. Poder celebrar la Eucaristía, hacer memoria de la muerte y resurrección del Señor y recordar el don del Espíritu, que otorga el dinamismo misionero a la Iglesia, son una gran fortuna.
Del 10 al 16 de junio Jerusalén celebra un festival de luz iluminando varios puntos de la ciudad en modo excepcional. La iniciativa no es de la Iglesia local, sino del municipio. Los muros de la ciudad artísticamente iluminados recuerdan a todos la vocación materna de la ciudad donde Pablo estudió a los pies de Gamaliel. Uno de los puntos mejor iluminado es la iglesia protestante del Redentor, a dos pasos del Santo Sepulcro. Rayos de luz iluminan al cordero que domina la puerta de ingreso. La luz del cordero ilumina toda la ciudad. “Ven que te muestro a la esposa del cordero”, decía el autor del Apocalipsis. Si Dios es el “Pantocrator”, como lo recuerda la tradición oriental, se ha servido de Israel y del festival de la luz para recordar que Cristo es el primogénito de la creación y que todo subsiste en Él.
De este modo Jerusalén homenajea sin saberlo a Saulo de Tarso, uno de los estudiantes de la ciudad conocido en todo el mundo. Son los judíos que invitan a los cristianos al final del Año Paulino a pasar de las tinieblas a la luz. La lógica de Dios siempre es sorprendente … el diálogo interreligioso ha ingresado a una nueva fase. (p. Frédéric Manns OFM, Director emérito del Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén) (Agencia Fides 26/6/2009; líneas 57, palabras 859)


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