ASIA/CHINA- La diócesis de Zhou Zhi y las comunidades chinas celebraron con gran devoción la fiesta de San Juan Bautista; el mismo día falleció el P. Giovanni Battista Zhang Yong Shan, de 93 años, “un auténtico ejemplo de obrero en la viña del Señor”

jueves, 25 junio 2009

Zhou Zhi (Agencia Fides) – La oración por todos los sacerdotes que están viviendo el Año Sacerdotal convocado por Benedicto XVI, la oración para todos aquellos que llevan el nombre de Juan Bautista, la oración para todos los fieles, para que “puedan seguir los pasos de San Juan Bautista y convertirse constantemente, testimoniar la presencia de Cristo en su vida y santificar la propia vida en la espera de la venida de Cristo”. Fueron estas las intenciones de oración más presentes en las numerosas comunidades católicas chinas del continente, expresadas durante la celebración de la fiesta de San Juan Bautista, primer testigo de Jesús y de la fe.
La fiesta de San Juan Bautista es muy celebrada en China. Según las informaciones recogidas por Agencia Fides, a las 6 de la mañana, para salir al encuentro de las exigencias de los trabajadores en las iglesias de la diócesis de Zhou Zhi de la provincia de Shaan Xi, ya se habían celebrado las misas solemnes en honor de San Juan Bautista. Según un sacerdote de Pekín, “en el Año Sacerdotal la figura de San Juan Bautista asume un significado particular para nosotros sacerdotes, porque habiendo sido el precursor de Cristo, nos llama también a transformarnos en precursores de Cristo”.
El día de la fiesta, un anciano sacerdote estimado y amado por los católicos de China, P. Giovanni Battista Zhang Yong Shan, CM (Congregación de la Misión) fue convocado a la casa del Padre a la edad de 93 años. Hace años P. Zhang, ordenado en 1947 en la solemnidad de la Santísima Trinidad, se retiró a una aldea llamada Xiao Han Cun en la diócesis de Tian Jin, pero nunca se retiró de su misión sacerdotal. Hizo construir la iglesia, convirtió a muchas personas, consolidó la fe de numerosos fieles. Incluso cuando ya no podía caminar y tenía que permanecer en su cama, mantenía entre los dedos aquel rosario que nunca se separó de él y rezaba continuamente por las misiones, por la Iglesia, por los fieles, por las obras de Dios. Según sus fieles “padeció la prisión, la persecución, y sin embargo nunca renunció. Con sus virtudes humanas y cristianas, dio testimonio vivo del sacerdocio”; “fue un auténtico ejemplo de obrero de la viña del Señor. Fue llamado por el Señor en el día de su onomástico, y esto significa una recompensa por parte del Señor”. Según los jóvenes sacerdotes que colaboraron con él “en el Año Sacerdotal tenemos a San Juan María Vianney como ejemplo y cerca a nosotros tenemos también a P. Zhang”. (NZ) (Agencia Fides 25/06/2009 – líneas 30, palabras 468)


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