EUROPA/ITALIA - A causa de la crisis alimenticia más de mil millones de personas padecen hambre en el mundo. Los países ricos también han sido afectados

lunes, 22 junio 2009

Roma (Agencia Fides) - La crisis alimenticia, el hambre que sufren de modo creciente sectores cada vez más amplios de la población mundial, no se detiene, es más, marca un nuevo y dramático record. Un sexto de los habitantes del planeta, poco más de mil millones de personas, es víctima del hambre: lo denunció en estos días la FAO. Si las cifras no dicen todo –narrar el drama cotidiano de quien tiene poco nada que comer- es cierto que la cuestión ha asumido dimensiones tales que no puede ser eliminada de la agencia internacional. También porque, por vez primera, se registra una significativa presencia de personas mal alimentadas en los países ricos. La crisis alimenticia se reafirma y se entrecruza con otras grandes cuestiones globales: la producción agrícola, el cambio del clima, la crisis económica y financiera, las reglas del comercio internacional, la cooperación entre norte y sur del mundo, la lucha contra el tráfico de armas y la corrupción política en tantos países pobres. Entre las causas que durante el último año contribuyeron al crecimiento del problema, según la ONU, se presenta la disminución de los réditos a nivel global y el aumento de la desocupación. Un nudo de problemáticas difíciles de resolver, cuyos efectos sobre la vida cotidiana de millones de familias y de individuos, son en primer lugar la falta de alimento. Los datos difundidos por la FAO y por el PAM (Agencia de las Naciones Unidas que se ocupa del programa alimenticio mundial) hablan claro. Las personas que padecen hambre son 1,020 mil millones en el mundo, y en los países desarrollados la cuota de las personas desnutridas este año alcanza los 15 millones, con un crecimiento del 15,4% sobre el 2008. Respecto al año pasado el aumento de cuantos padecen hambre en todo el mundo ha sido del 11%, una cifra fruto de la combinación entre la crisis financiera global y el aumento de los precios alimenticios. La especulación sobre el hambre ha costado en el mundo casi 200 mil millones de dólares solo por el grano, con cotizaciones internacionales que pasaron en un año de 10 dólares por bushel (0,37 dólares al kilo) del año pasado a poco más de 5 dólares por bushel (0,18 dólares al kilo) mientras los precios de los productos alimenticios derivados, como pan y pasta, han continuado a aumentar en los países ricos y en los pobres. La FAO releva además que los precios de los alimentos primarios de base, si bien han disminuido, siguen siendo más altos en un 24% respecto al 2006 y en un 33% respecto al 2005. El cuadro presenta muchas sombras si se observa la situación en las diversas áreas continentales. En Asia y en el Pacífico unos 642 millones de personas sufren desnutrición crónica; en el África Sub Sahariana 265 millones; en América Latina y Caribe 53 millones; en el Cercano Oriente y el Norte de África 42 millones; el mayor aumento porcentual del número de desnutridos en los países en vías de desarrollo se verificó en la zona del Medio Oriente y el Norte de África (42 millones, +13,5%). América Latina y Caribe, la única región que en los últimos años había mostrado signos de mejoría, ha visto también un neto aumento de la desnutrición (53 millones, +12,8%). Frente a una situación que se presenta cada vez más crítica, la FAO ha convocado en Roma un nuevo vértice de Jefes de Estado para buscar los caminos para detener la expansión de la crisis alimenticia. (Mtp) (Agencia Fides 22/6/2009; líneas 37, palabras 607)


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