ASIA/TAILANDIA - La Iglesia ayuda a los refugiados y a las minorías étnicas, en un camino de inculturación del Evangelio

miércoles, 17 junio 2009

Bangkok (Agencia Fides) – Son migrantes, refugiados internos o grupos indígenas que viven en un limbo, en el anonimato. El reciente Informe del Alto Comisionado Onu para los Refugiados (Acnur), “Global trends”, identifica el fenómeno de los llamados “sin estado”, hombres y mujeres que, en muchos países, viven al margen de la sociedad, no tienen documentos, no han sido censados nunca y viven sin ningún derecho. Para el estado simplemente “no existen”. En Tailandia, subraya el Informe Acnur, son más de 3,5 millones, sobre todo entre las tribus de las montañas y entre las minorías étnicas. Dichas minorías no gozan de alguna asistencia estatal, o de algún derecho de ciudadanía. Sólo las organizaciones humanitarias se ocupan de ellas, la Iglesia está muy presente en este servicio.
En Tailandia estas minorías pertenecen sobre todo a las tribus akha, h’mong, karen e lahu. Una fuerte presencia de indígenas se registra en las diócesis de Chiang Mai, al Norte del país, donde son asistidos y evangelizados: de los 51mil fieles de la diócesis, más del 70% pertenecen a minorías étnicas.
Lo que la comunidad católica les asegura a estas tribus es una cercanía real: sacerdotes, religiosos y laicos participan de la vida cotidiana de los pueblos ayudando en la instrucción y en la asistencia médica. Los grupos quieren tutelar su modo de vivir frente al avance inexorable del progreso y de la modernidad, que tratan de asimilarlos.
La Iglesia les propone un camino gradual de acercamiento a los desafíos de la globalización gracias también al trabajo de Caritas, a los seminarios de formación dirigidos sobre todo a los muchachos y a los jóvenes, respetando sus antiguas tradiciones y sus costumbres. Los programas de escolarización, en particular, son muy apreciados, ya que se llevan a cabo a través de un progresivo acercamiento a las tribus indígenas, respetando su específico contexto cultural. La Iglesia les propone un recorrido de inculturación gradual del Evangelio y de sus valores humanos y cristianos, lo que es muy apreciado por los representantes de dichos grupos, los que en algunos casos llegan también a abrazar el Evangelio y el mensaje de Cristo en su vida. (PA) (Agenzia Fides 17/06/2009 líneas 28 palabras 374)


Compartir: