ASIA/CHINA - Año Sacerdotal: el testimonio de don Jin Feng Zhi, quien apoyado de un bastón, desde hace 20 años visita sin descanso las cerca de 200 poblaciones de su parroquia

miércoles, 17 junio 2009

Xian Xian (Agencia Fides) – Con ocasión del inicio del Año Sacerdotal, la Agencia Fides busca ofrecer algunos humildes pero conmovedores testimonios de sacerdotes chinos que han dedicado y continúan dedicando su vida al Evangelio de Cristo, no obstante las enfermedades o el peso de los años.
“En don Jin Feng Xhi hemos visto a Cristo”: son las palabras de los fieles de la parroquia de Long Tun de la diócesis de Xian Xian (hoy Cang Zhou), parroquia modelo para la evangelización de la diócesis. “Un sacerdote anciano, enfermo, que se sostiene con un bastón y lleva siempre consigo un paquete de imágenes sagradas y copias de la Biblia”, así es como los parroquianos describen a su párroco, don Jin, de 68 años, ordenado en 1985. En su vida, es de carácter taciturno, pero cuando comienza a hablar de Jesús se transforma en un “parlanchín”. Ha prestado servicio pastoral en esta parroquia desde hace más de 20 años, ocupándose de más de 200 poblaciones. Dice con frecuencia de sí: “soy un pecador común. Si he podido hacer algo, ha sido todo gracias al Señor, gracias a la guía del Espíritu Santo. No me puedo permitir jamás robar el mérito al Señor”.
Antes de 1985 en esta localidad vivían solamente cerca de 200 fieles, esparcidos en decenas de poblaciones, sin ninguna iglesia. Hoy, en 200 de ellas hay más de 5 mil fieles, y unas 20 iglesias. Sobre el muero del modestísimo cuarto de don Jin, hay un mapa que recuerda los bautismos de los últimos 8 años: 97 en el 2002, 249 en el 2003, 291 en el 2004, 387 en el 2005, 488 en el 2006, 580 en el 2007. El año pasado, luego de severos exámenes introductorias de don Jin para mejorar la formación de sus catecúmenos, hubo 345 bautizados. Sólo en la última Pascua, en el 2009, hubo 280 bautismos. Gracias a su ejemplo, se ha formado un grupo de catequistas que anuncian el Evangelio como los Apóstoles que seguían a Jesús.
Cuando alguien pide los sacramentos o desea ser informado sobre temas relativos a la fe, don Jin deja inmediatamente lo que está haciendo (incluso si está comiendo o aplicándose su inyección para la diabetes) y acude inmediatamente. No acepta jamás una invitación a comer, pues “si un sacerdote fuma, bebe o come con los demás, no favorece la misión de la evangelización. En efecto, los pobres, que no tienen la posibilidad de invitarnos y desean conocer la fe, tal vez se desanimarían a acercarse a nosotros.
Hace tres años, dos días de fuertes temporales habían destruido la calle que conectaba a una de las poblaciones. Un campesino había fijado una cita una semana antes con don Jin, para conocer la fe, pero no pensaba hacerlo visto el mal tiempo. Pero su familia vio llegar a don Jin totalmente mojado y lleno de barro, apoyándose en su bastón. Había caminado 15 km a pie bajo la fuerte lluvia. Hoy, toda la familia de este campecino y algunos de sus vecinos son católicos. Cada vez que los fieles llevan a don Jin un huevo, o fruta o un dulce, inmediatamente después todas estas cosas van a parar a la Casa de los Ancianos o de los niños del asilo.
La formación de los fieles es su preocupación principal, pues “hoy la gente tiene muy poca instrucción, y si los fieles no están instruidos, ¿cómo vamos a evangelizar a los demás? En el pasado regalaba siempre a los nuevos bautizados imágenes o medallas sagradas, hoy regala siempre la Biblia, libros sagrados o inscripciones a publicaciones católicas. En el 2009 efectuó 280 inscripciones a diarios católicos (Faith) para su parroquia.
Sus fieles rezan y están siempre deseosos de poner tenerlo todavía por muchos años, y de verlo ir de aquí para allá en la viña del Señor de la parroquia de Long Tun, con su figura un poco curvada, apoyada en su bastón, con su paquete de imágenes sagradas bajo el brazo, con un bolso de tela que contiene un pedazo de pan duro y el agua. También en esta figura de sacerdote se encuentra el secreto de la evangelización en Long Tun. (NZ) (Agencia FIDES 18/6/2009; líneas 47, palabras 723)


Compartir: