AMERICA/BOLIVIA - Carta del Arzobispo de Sucre a sus sacerdotes: “La vocación sacerdotal crece, se desarrolla, se mantiene fiel y fecunda, sólo en la intensa relación con Cristo”

martes, 16 junio 2009

Sucre (Agencia Fides) – Mons. Jesús Pérez Rodríguez, OFM. Arzobispo de Sucre, ha dirigido una carta a todos los sacerdotes de la diócesis con motivo del inicio del Año Sacerdotal el próximo 19 de junio Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y que durará hasta la misma Solemnidad en el 2010. Les recuerda en primer lugar que dicho año será una ocasión muy propicia para “redescubrir la belleza y la importancia del sacerdocio y de cada sacerdote”. Además “eltema escogido por el Santo Padre es sumamente evocador y cuestionante y nos invita a volver al Cenáculo, Jueves Santo, cuando instituyó la Eucaristía. Al instituir el sacerdocio, lo unió inseparablemente a la Eucaristía”. Por ello recuerda a todos los sacerdotes que “celebrar la Eucaristía es celebrar lo que somos, es vivir siempre nuestra identidad sacerdotal, nuestro ministerio o servicio de actualizar la Cena del Señor. ¡Que grandeza la nuestra! ¡Que responsabilidad la nuestra! ¿Nos causa estupor este darse y esta responsabilidad ante Cristo y ante la Iglesia? Ojalá que así fuera”, afirma.
Para el Arzobispo esta ocasión “se trata ante todo de una renovada actitud interior en el redescubrimiento alegre de la propia identidad, de fraternidad en el propio presbiterio de esta nuestra Iglesia particular y de la relación sacramental con el obispo”. Así mismo recuerda la importancia de “seguir confiando en Cristo que nos llamó inmerecidamente”, confianza que se alimenta “recurriendo al Señor, alimentando nuestra vida con la Oración, en permanecer con el Señor, en el darse tiempo para estar con él, pues “el que permanece en mí produce mucho fruto” (Jn 15,5) y ser conscientes de la necesidad de su ayuda, “sin mí no pueden hacer nada” (Jn 15,5)”. En este sentido les insiste una vez más en la necesidad de la adoración de la presencia real de Cristo en el “Pan Consagrado”. En efecto, “la vocación sacerdotal crece, se desarrolla, se mantiene fiel y fecunda, sólo en la intensa relación con Cristo. ¡Cuánto podríamos mejorar o madurar ante el Santísimo Sacramento del altar! Ahí, de corazón a corazón sentiremos la exclusividad del amor. La raíz de la fidelidad al ministerio encomendado y del sagrado celibato está en el amor a Cristo. Poner a Cristo al centro de nuestra vida, primero y único lugar, también en nuestras amistades o afectos”.
El Arzobispo de Sucre pide pues a todos sus sacerdotes que durante este año se propongan una “mayor dedicación a estar con el Señor y principalmente dedicar cada día un tiempo a la adoración de la Presencia real del Señor en nuestros Sagrarios” y a releer los documentos Presbiterorum Ordinis, Pastores Dabo Vobis.
“Un sacerdote que tiene conciencia de la Presencia real de Cristo, será un hombre de Dios, obediente, desapegado de sí mismo y de todos aquellos afectos que le separen del Señor y de la misión. Tendrá el ardor para realizar una pastoral misionera, creativa y atrevida y no solo una pastoral de mantenimiento”, concluye la carta del Arzobispo. (RG) (Agencia Fides 16/6/2009)


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