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Lahore (Agencia Fides) – “Pedimos a la población del Pakistán que reconozca la realidad de odio, discriminación e injusticia que hoy es alentada y propagada en nombre de la religión. Individuos y grupos que hacen esto deben ser condenados y detenidos, en cuanto desprecian la vida humana, atentan contra la solidaridad y la independencia del país, minan la armonía nacional, dañan el estado”: es cuanto afirman las iglesias cristianas en Pakistán, reunidas los días pasados en Lahore en un seminario organizado por la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal del Pakistán.
Las iglesias van a alzar la voz contra el expansivo extremismo religioso de los grupos talibanes que está creando tantos problemas en la población paquistaní, tanto en la provincia de la Frontera del Noroeste como en las grandes ciudades (ver Fides 19/5/2009) .
Ya en el pasado los cristianos lanzaron la alarma con el crecimiento de la violencia talibana, y hoy, mientras el estado hace frente a militantes islámicos con el ejército, esperan sensibilizar a la sociedad sobre el peligro del extremismo religioso, no solo para las minorías de otros cultos, sino para el tejido social de la sociedad, para la laicidad del estado, para los derechos de todos y para el sistema democrático.
Los cristianos se dicen “fuertemente preocupados” en cuanto los talibanes han llevado confusión a toda la nación, poniéndose en discusión las bases y las raíces, indicando que “la cuestión de las minorías religiosas, violadas y discriminadas, concierne a todos, porque en el futuro la violencia puede tocar a cualquier otra comunidad, política o social, que no se sujete a las leyes de los talibanes”.
Sufren por esta situación especialmente los más de dos millones de prófugos que, obligados a huir del valle de Swat, están inundando los campos para prófugos y las periferias de las ciudades paquistaníes. Las iglesias cristianas de todas las confesiones, en plena sintonía y unidad, piden hoy al gobierno una “reforma estructural, a nivel legislativo y político, para eliminar la posibilidad de que el extremismo religioso se habrá un camino en el país”.
En particular, sería útil, afirman, remover algunas partes de la 17º enmienda de la Constitución de Pakistán (1973) sobre discriminación religiosa; sostener el principio “una persona un voto”, más allá de la pertenencia a grupos étnicos o religiosos; eliminar discriminaciones e injusticias presentes en el sistema educativo, dejando la enseñanza de la religión a las familias.
Para proseguir y sostener esta campaña de información y sensibilización, las iglesias cristianas en Pakistán han organizado diversas iniciativas en los próximos meses: una jornada nacional de oración y ayuno que se realizará el 30 de mayo, en solidaridad con miles de familias víctimas del extremismo; una manifestación pública nacional, con un desfile, el 13 de junio; una Jornada por la Justicia Social que será celebrada, siempre en forma ecuménica, el 16 de agosto próximo. (PA) (Agencia Fides 25/5/2009; líneas 37, palabras 496)
