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Kinshasa (Agencia Fides) – Durante las últimas semanas en el norte de Kivu (este de la República Democrática del Congo), las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), han intensificado las represalias contra la población civil en respuesta a la ofensiva conjunta ruandés-congolesa de febrero, afirma un comunicado del Jesuit Refugee Service (JRC), enviado a Agencia Fides, confirmando lo referido por Fides ayer (ver Fides 13/5/2009).
La organización de asistencia humanitaria promovida por los Jesuitas destaca la dificultad de obtener información en el área: “el 12 de abril, los rebeldes asesinaron al menos a 14 personas, de las cuales 4 son civiles, al atacar a las fuerzas del gobierno en una zona aislada a cerca de 100 kilómetros al oeste de la capital provincial, Goma. Los medios recibieron la noticia del enfrentamiento una semana después debido al aislamiento del lugar y a la falta de infraestructuras de telecomunicaciones”. Una semana más tarde, en el territorio Lubero, los rebeldes prendieron fuego a 250 casas y asesinaron al menos a siete personas, cinco de las cuales eran niños.
La operación conjunta congolesa-ruandesa es fruto de un acuerdo más amplio entre los dos gobiernos para poner fin a las actividades de otro movimiento rebelde guiado por Laurent Nkuda, que estaba siendo apoyado por Ruanda. En cambio del arresto de Nkunda y del apoyo a un acuerdo de paz con su movimiento, Ruanda obtuvo la posibilidad de realizar una ofensiva contra la FDLR, que lamentablemente se está vengando con la gente inocente. Por otra parte, la rebelión de Nkunda ha marcado profundamente el norte de Kivu. No obstante el regreso de 350 mil evacuados internos a sus propias aldeas, miles de personas continúan viviendo en los campos implementados por las asociaciones humanitarias.
“Todavía no nos sentimos seguros, no hay seguridad en las aldeas, no obstante el acuerdo de paz. La FDLR continúa ensañándose con la población local (…) la solución es alentar a los rebeldes a regresar voluntariamente a sus casas con el apoyo de la comunidad internacional”, afirmó al personal del JRS un padre de familia que se encuentra en un campo de evacuados en Buhimba; el padre de siete niños agregó que no cree que el acuerdo de paz de marzo será respetado: “la inseguridad y la impunidad campean en nuestra casa y la población de las aldeas tiene miedo de regresar por la violencia de los rebeldes”, explica. “No quieren regresar a casa, pues las armas están en manos de personas desconocidas”.
Según el JRS, se está preparando una ofensiva contra la FDLR en Kivu meridional, donde los rebeldes tienen varios fuertes. “Las asociaciones para los derechos humanos continúan alertando sobre el hecho de que una operación militar contra la FDLR aumentaría considerablemente el riesgo de represalias contra la población local. La apertura de otro frente en el sur conlleva el riesgo de agravar la ya preocupante situación humanitaria en el norte”, concluye el comunicado. (L.M.) (Agencia Fides 14/5/2009; líneas 37, palabras 519)
