VATICANO - El Papa a un grupo de Obispos argentinos en visita Ad Limina: "ser Obispo es un título de honor cuando se vive con este espíritu de servicio a los demás y como participación humilde y desinteresada en la misión de Cristo”

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "En el ejercicio de su ministerio episcopal, el Obispo debe comportarse siempre entre sus fieles como quien sirve, inspirándose constantemente en el ejemplo de Aquel que no vino a ser servido sino a servir y dar su vida en rescate por muchos. Realmente, ser Obispo es un título de honor cuando se vive con este espíritu de servicio a los demás y como participación humilde y desinteresada en la misión de Cristo" Son las palabras con las que el Santo Padre Benedicto XVI se ha dirigido a un grupo de Obispos de Argentina recibidos en audiencia el 30 de abril, en la Sala del Consistorio, con ocasión de la visita Ad Limina Apostolorum.
El Pontífice ha recordado que el Señor Jesús les ha confiado a los Obispos "un ministerio de altísimo valor y dignidad: llevar su mensaje de paz y reconciliación a todas las gentes, cuidar con amor paternal al Pueblo santo de Dios y conducirlo por la vía de la salvación… La contemplación frecuente de la imagen del Buen Pastor os servirá de modelo y aliento en vuestros esfuerzos por anunciar y difundir el Evangelio, os impulsará a cuidar de los fieles con ternura y misericordia, a defender a los débiles y a gastar la vida en una constante y generosa dedicación al Pueblo de Dios”.
Exhortando calurosamente a promover en las correspondientes comunidades diocesanas "el ejercicio de la caridad, de modo particular hacia los más necesitados", el Papa ha subrayado: "Con vuestra cercanía y vuestra palabra, con la ayuda material y la oración, con el llamado al diálogo y al espíritu de entendimiento que busca siempre el bien común del pueblo, y con la luz que viene del Evangelio, queréis dar un testimonio concreto y visible del amor de Cristo entre los hombres, para construir continuamente la Iglesia como familia de Dios, siempre acogedora y misericordiosa con los más pobres, de tal manera que en todas las diócesis reine la caridad, en cumplimiento del mandamiento de Jesucristo". A continuación Benedicto XVI ha recordado "la importancia de la oración frente al activismo o a una visión secularizada del servicio caritativo de los cristianos".
El Pontífice ha confiado a los Obispos de modo particular los presbiterios: "Que el abrazo de paz, con el que los acogisteis en el día de su ordenación sacerdotal, sea una realidad viva cada día, que contribuya a estrechar cada vez más los lazos de afecto, respeto y confianza que os unen a ellos en virtud del sacramento del Orden". A continuación, hablando sobre la vocación específica de los fieles laicos, ha deseado que "conscientes de sus compromisos bautismales, y animados por la caridad de Cristo, participen activamente en la misión de la Iglesia así como en la vida social, política, económica y cultural de su País”. En particular ha subrayado que " los católicos deberán destacar entre sus conciudadanos por el cumplimiento ejemplar de sus deberes cívicos, así como por el ejercicio de las virtudes humanas y cristianas que contribuyen a mejorar las relaciones personales, sociales y laborales. Su compromiso los llevará también a promover de modo especial aquellos valores que son esenciales al bien común de la sociedad, como la paz, la justicia, la solidaridad, el bien de la familia fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer, la tutela de la vida humana desde la concepción hasta su muerte natural, y el derecho y obligación de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones morales y religiosas”.
Al término de su discurso, antes de confiar todos a la protección de Nuestra Señora de Luján, el Santo Padre ha pedido a los Obispos argentinos que lleven su saludo afectuoso a todos los miembros de sus Iglesias diocesanas: "decidles que el Papa les agradece sus trabajos por el Señor y la causa del Evangelio; que espera y confía en su fidelidad a la Iglesia". (S.L) (Agencia Fides 4/5/2009)