ÁFRICA/CONGO RD - Un proyecto de ley americano para evitar que las riquezas congoleñas sigan financiando la guerra al este del país

jueves, 30 abril 2009

Kinshasa (Agencia Fides)- Desde hace años los Obispos de la República Democrática del Congo, los sacerdotes y los misioneros que trabajan en el país denunciaron las razones económicas de la guerra que continua a desbastar el este de la RDC.
Más allá de los aspectos “étnicos” que muchas veces son sólo un pretexto, son los intereses económicos relativos a la explotación de los recursos minerales de esta riquísima zona la causa principal de la violencia.
Esta situación ha sido denunciada también por algunos informes de la ONU, que en su mayor parte no han sido tomados en cuenta, y por distintas organizaciones no gubernamentales internacionales. Finalmente, tres senadores estadounidenses han presentado una ley con la que se busca disciplinar la adquisición de los metales utilizados en la fabricación de productos de alta tecnología (radares, celulares...) para evitar que empresas americanas los adquieran, directa o indirectamente, de los intermediarios relacionados a los grupos armados que actúan al este del Congo. Estos grupos expulsan la población de las zonas mineras para proceder a la extracción ilegal de dichos minerales (estaño, coltán, oro, etc.) sin pagar ningún impuesto al Estado congoleño y contaminando gravemente el ambiente a través del uso de arsénico y cianuro para extraer metales como el oro.
Según los autores del proyecto de ley, el Departamento de Estado está obligado a seguir “con mucha atención la financiación de los grupos armados en áreas ricas de minerales, como en Congo”. El proyecto prevé asimismo que las sociedades americanas que adquieren los minerales del tipo de los que se encuentran en Congo, declaren al ente de control de la Bolsa americana, el origen de los minerales. Se trata de un esquema similar al que se inició con los diamantes. Desde hace algunos años, en efecto, el Proceso de Kimberly impone una certificación de los diamantes vendidos en los mercados internacionales, para impedir (o al menos limitar) el comercio de los así llamados “diamantes de sangre”, las gemas extraídas en las áreas controladas por grupos guerrilleros. (L.M.) (Agencia Fides 30/472009 líneas 25 palabras 334)


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