ASIA/COREA DEL SUR - “Era extranjero y me acogisteis”: Mensaje de la Iglesia coreana para la Jornada de los Migrantes 2009

viernes, 24 abril 2009

Seúl (Agencia Fides) – “Era extranjero y me acogisteis” (Mt 25,35): es este el título del Mensaje difundido por los Obispos coreanos para la Jornada Mundial de los Migrantes 2009, que se celebra el 26 de abril. El mensaje ha sido confiado a la Comisión para la Atención pastoral a los migrantes y está firmado por el presidente de la Comisión, el Obispo de Daejeon, S.E. mons. Lázaro You Heung-sik.
El texto invita a los fieles católicos a acoger a los inmigrantes y a los extranjeros que llegan a suelo coreano sobre todo en busca de trabajo, con una mirada de amor, teniendo bien en mente el mandamiento que dice “ama al prójimo como a ti mismo”. El Mensaje se dirige también a los mismos inmigrantes, recordando que su experiencia es semejante a la de los apóstoles de Jesús: “Ellos vivieron gran parte de su vida como extranjeros y fueron ayudados constantemente por sus vecinos”, signo de la Providencia divina.
El Obispo recuerda las dificultades económicas y sociales que empujan a personas provenientes de numerosos países asiáticos a buscar trabajo y una vida mejor en Corea, vista como una nación desarrollada, dinámica, que garantiza el bienestar a sus ciudadanos. El deseo es que la población coreana sepa construir gradualmente una sociedad pluralista y multicultural, donde todos puedan expresarse y ser aceptados, no obstante las diferencias de nacionalidad, cultura y religión. Un signo de esta orientación son las familias multiculturales ya existentes en Corea, que dan testimonio de la posibilidad de intercambio y de enriquecimiento recíproco entre personas de diversa nacionalidad.
La migración de la cual es meta Corea, se hace notar en el Mensaje, plantea diversos desafíos para la Iglesia coreana: por un lado la asistencia material, social, psicológica, espiritual a las familias de los migrantes, según los valores del compartir y la solidaridad. En segundo lugar la Iglesia debe proponer y sensibilizar a la sociedad para que realice intervenciones más significativas y eficaces, tanto en el plano político como en el plano social, para tutelar la dignidad y los derechos elementales de las familias migrantes. Finalmente, desde el punto de vista pastoral, es necesario señalar también la corresponsabilidad de las familias migrantes como sujetos activos de evangelización. En efecto, con frecuencia se establecen en Corea familias católicas (como las provenientes de Filipinas), que pueden ofrecer una contribución a la comunidad local para el despertar de la fe y para la tarea de “nueva evangelización” con otras familias. Las familias inmigrantes constituyen por lo tanto un recurso precioso para la Iglesia local. (PA) (Agencia Fides 24/4/2009)


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