ASIA/SRI LANKA - Esfuerzo conjunto de las organizaciones humanitarias para la asistencia a la población civil que huye del conflicto; gravemente heridos dos sacerdotes católicos

jueves, 23 abril 2009

Colombo (Agencia Fides) – Las Organizaciones no gubernamentales, entre las cuales Caritas, están realizando el máximo esfuerzo por hacer frente a la precaria situación de los civiles desplazados en Sri Lanka. Luego de la ofensiva final lanzada por el ejército del gobierno, que en días pasados ha penetrado en la “No Fire Zone” (el brazo de tierra que separaba la primera línea de los militares de los últimos bastiones de los rebeldes de los tigres tamiles), la situación humanitaria se ha complicado terriblemente: más de 50 mil civiles han sido puestos a salvo por el ejército y conducidos a campos de refugiados preparados de cualquier manera, pero el flujo de las llegadas prosigue de manera constante, y aumenta el número de los cadáveres descargados de los convoyes militares.
El reporte de muertos y heridos sigue creciendo y dos sacerdotes católicos fueron gravemente heridos mientras llevaban asistencia humanitaria: se trata del p. T.R. Vasanthaseelan, director de Caritas de Vanni (a quien le fueron amputadas las piernas) y del p. James Pathinathan, miembro de la Comisión Nacional para la Justicia, la Paz y el Desarrollo, también él comprometido en operaciones de socorro.
En esta dramática situación, las instituciones internacionales y las ONGs han puesto a disposición todas las energías y los recursos disponibles para salir al encuentro de las necesidades de millares de personas a las que les falta agua, alimento y medicinas.
Los campos dispuestos son de hecho insuficientes y escasean también las ayudas humanitarias puestas a disposición por el gobierno, dado el creciente flujo de prófugos que, según las autoridades gubernamentales, no era posible prever.
Los refugiados, según los planes predispuestos, deberían haberse desplazado a los distritos de Vavuniya y Jaffna dentro de 48 horas, pero, con las nuevas oleadas, se calcula que las personas refugiadas son más de 100 mil, número que ha puesto duramente a prueba las medidas de asistencia organizadas por el gobierno.
Por ello las organizaciones humanitarias se han movilizado: el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ha destinado medios y hombres para dar asistencia a los desplazados que están fugando de la zona de conflicto, donde los choques violentos entre el ejército y los Tigres para la Liberación de Tamil Elam (LTTE) prosiguen sin solución de continuidad. La ACNUR, junto con otros colaboradores como la Unicef, la Cruz Roja, Caritas y otros, están procurando proporcionar alojamiento de emergencia, asistencia (alimentaria y otra) a los recién llegados, mientras se desarrolla un trabajo de monitoreo en el campo, para garantizar la protección de los prófugos. Las ONGs están buscando identificar otras áreas de acogida, también en el distrito de Mannar, para descongestionar los lugares ya existentes.
La situación de la población civil todavía atrapada en la zona de conflicto genera fuertes preocupaciones. Se reiteran los llamados al LTTE para que deponga las armas y permita inmediatamente que las personas se desplacen a lugares en que se sientan seguras. Se pide también a ambas partes que respeten el derecho internacional humanitario y asegurar la prioridad absoluta de la seguridad de la población civil. (PA) (Agencia Fides 23/4/2009 líneas 40 palabras 534)


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