ASIA/COREA DEL SUR - Reporte 2008 sobre la libertad de religión en Corea del Norte

viernes, 17 abril 2009

Nueva Delhi (Agencia Fides) – El 99,7% de los ciudadanos en Corea del Norte no puede profesar y practicar libremente su credo religioso: es lo que afirma el Reporte 2008 sobre la libertad de religión en Corea del Norte, publicado los días pasados por la Comisión para la Reconciliación del Pueblo Coreano, dentro de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur. El Reporte ha sido realizado en colaboración con el “Centro de recolección de datos para los Derechos Humanos en Corea del Norte”, y está en su segunda edición, después de la del año pasado (ver Fides 29/2/2008).
La investigación se basa en una encuesta conducida escuchando el testimonio de 2047 ciudadanos Norcoreanos que lograron escapar del país, refugiándose en el Sur entre el 2007 y el 2008. Los entrevistados narraron asimismo 345 casos de auténtica persecución religiosa conducida contra personas que han tratado de manifestar y vivir su fe.
El Reporte se compone de cuatro capítulos sobre los siguientes temas: política religiosa; libertad de práctica religiosa; persecuciones; prevenciones de persecuciones.
Según la Iglesia católica en Corea del Sur, la restauración de la plena libertad de consciencia y de religión al Norte es un paso necesario y una condición fundamental para lograr concebir una auténtica reconciliación y la unificación de la península. La actitud de los cristianos hacia los hermanos en Corea del Norte debe distinguirse por “verdad y caridad”: ayuda y apoyo, sin olvidar las cuestiones abiertas del respeto de los derechos humanos inalienables.
Las persecuciones religiosas han aumentado en el país después de los años ’90, y las autoridades no dudan de encarcelar a los que se oponen a las normas establecidas o emprenden actividades religiosas no autorizadas.
En el periodo 1945-1960, a causa de una violenta campaña del régimen con el objetivo de desarraigar las religiones, las actividades religiosas y de culto desaparecieron casi del todo de Corea del Norte. Pero en los años más recientes se nota entre la población un despertar del deseo latente de religiosidad, prácticamente congelado por décadas. Aún hoy el gobierno niega una real libertad religiosa, y no permite la acción misionera o la educación religiosa, aunque, nominalmente, concede a los ciudadanos la posibilidad de profesar un culto. (PA) (Agencia Fides 17/04/2009 – líneas 26 palabras 366)


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