AMERICA/MEXICO - La Iglesia renueva la Consagración al Espíritu Santo el 20 de abril "ante el grave momento que vivimos”

jueves, 16 abril 2009

Ciudad de México (Agencia Fides) - La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), ha anunciado que el próximo 20 de abril, en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, se celebrará una Eucaristía con todos los obispos y el Nuncio Apostólico para renovar la consagración de México al Espíritu Santo, realizada por primera vez en 1924 durante el Congreso Eucarístico Nacional.
En un comunicado firmado por el Secretario General de la CEM, Mons. José Leopoldo González, los obispos explicaron que tomaron esta decisión "ante el grave momento que vivimos, marcado por la crisis económica, la violencia generalizada, la invasión del narcotráfico, los secuestros, la pérdida de los valores humanos". Piden además que todos los sacerdotes y fieles tomen conciencia “de la gracia que México recibió hace 84 años, que con nosotros den gracias a Dios y que, en la oración, el estudio y la reflexión personal y comunitaria, se dispongan a renovar, a nivel nacional, su Consagración al Espíritu Santo”
El texto recuerda que en 1924 los obispos consagraron el país al Espíritu Santo. Sin embargo, el hecho pasó relativamente desapercibido en medio del Congreso Eucarístico Nacional, por lo que fue ratificado en cada diócesis el día de Pentecostés de 1925. "Esta Consagración es un acto de fe y esperanza con el que manifestamos nuestra firme confianza en Jesucristo, el señor de la historia, que guía nuestros pasos con la sabiduría y fuerza de su Espíritu, en estos momentos de duras pruebas", señala el texto. Recuerdan además que consagrar el país al Espíritu Santo no es solo un acto piadoso, sino que "es tomar conciencia de que Dios nos ha elegido para Él, para su servicio, para dar frutos de santidad", lo cual supone una sincera conversión por parte de todos. Pero no como un acto transitorio sino como “un proceso permanente de conversión y de entrega en la fe viva y en un amor comprometido, mediante el cual secundemos la acción del Espíritu para que vaya transformando nuestra existencia hasta hacer aparecer la figura de Cristo en nuestras vidas y en las circunstancias familiares, educativas, económicas, políticas y religiosas de nuestra patria”.
La CEM recuerda que los católicos "ya fuimos consagrados por Él en el bautismo y la confirmación y, la entrega que ahora queremos reiterar, significa aceptar consciente y libremente la Consagración de la cual fuimos objeto entonces". E invitan a los fieles a presentarse con humildad ante Dios, "reconociendo que tenemos necesidad de ser salvados, insistiendo en una oración llena de confianza y dispuestos a ratificar nuestra entrega con acciones". (RG) (Agencia Fides 16/4/2009)


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