AMERICA/ARGENTINA - “La vida nueva de Cristo Resucitado posee en sí misma la fuerza y la creatividad para enfrentar las crisis actuales”: Carta de Pascua de los Obispos de la Patagonia

martes, 7 abril 2009

Patagonia (Agencia Fides) – Los Obispos de la región de la Patagonia (diócesis de Comodoro Rivadavia, Viedma, San Carlos de Bariloche, Neuquén, Alto Valle del Río Negro, Río Gallegos) piden a todos los fieles en esta Pascua “renovar la vocación de ser comunidad que cree en la vida y aporta día a día algo nuevo”.
En la Carta de Pascua los Obispos denuncian la grave crisis ante la que nos encontramos “que atenta contra el anhelo de dignidad que anida en el corazón de todo ser humano”. Crisis que en la región Patagonica “está acentuando nuevamente las carencias y muchos están quedando liberados a su propia suerte y sin protección, con todas las consecuencias que esto implica”.
“En este momento de nuestra historia – afirman los Obispos - donde crece la “exclusión” y “el sin sentido de la vida”, surgen muchos miedos que no ayudan a buscar caminos de solución a nuestros problemas”. Entre estos miedos señalan: el sentimiento de muchos de que no tienen un lugar en la sociedad; el sueño irrealizable de tener su propia casa, una casa digna; la existencia de tantas adicciones a las que muchos recurren para evadirse de esta realidad social; sueldos que no llegan para cubrir necesidades cotidianas de una familia trabajadora: la violencia, tan extendida a todos los niveles, que se impone como el único camino para logra algo.
Pero frente a tantos miedos y angustias los Prelados recuerdan a todos los fieles las palabras del Evangelio: No teman” pues “la vida nueva de Cristo Resucitado nos permiten superar el miedo por el camino del amor que nace de la fe” y “posee en sí misma la fuerza y la creatividad para enfrentar las crisis actuales”.
Concluyen los Obispos con un llamamiento a todos los fieles a desterrar el individualismo, la indiferencia, el egoísmo, y el afán ambicioso de acumular riquezas o poder; a valorar la presencia real de Jesucristo vivo y resucitado en la Eucaristía; a estar cerca del que sufre siendo una Iglesia que sale al encuentro de los demás, que llega a los últimos; a trabajar con valentía contra las causas profundas de tanto sufrimiento y miedos en muchos hermanos y hermanas. “Así no seremos cómplices con nuestros silencios o inacción de una realidad que margina, excluye y priva a muchos de la vida verdadera que Dios quiere para todos sus hijos”. (RG) (Agencia Fides 7/4/2009)


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