AMERICA/ARGENTINA - La Iglesia denuncia que en las villas la droga “está despenalizado de hecho", sin que las autoridades hagan nada por estos adolescentes y jóvenes que tienen "veneno en sus manos"

lunes, 6 abril 2009

Buenos Aires (Agencia Fides) – El equipo de sacerdotes que trabaja en las villas de emergencia de la Arquidiócesis de Buenos Aires ha denunciado por medio de un comunicado la droga "está instalada con fuerza" en las villas de emergencia de la ciudad, y denunciaron que en estos asentamientos urbanos el consumo "está despenalizado de hecho", sin que las autoridades hagan nada por estos adolescentes y jóvenes que tienen "veneno en sus manos".
El equipo para las villas de emergencia de la arquidiócesis de Buenos Aires criticó duramente a ministros y jueces que propician la despenalización en el derecho al consumo de sustancias, al afirmar que "desconocen" la situación de estos barrios y cuestionar que implementen "recetas de otras latitudes sin elaborar proyectos liberadores, porque la droga esclaviza".
“Cuando las estadísticas nos dicen que son demasiados niños, jóvenes y adultos que fuman pasta base, tengamos por seguro que llegamos tarde. La pregunta es: ¿queremos seguir llegando tarde? Son personas, seres humanos que mueren o quedan con una vida hipotecada. Por ellos hay que hacer algo ya. Aunque sólo salvemos a uno”, afirman los sacerdotes.
Según explican “la vida para los jóvenes de nuestros barrios se fue tornando cada vez más difícil hasta convertirse en las primeras víctimas de esta despenalización de hecho. Miles arruinados en su mente y en su espíritu se convencieron que no hay posibilidades para ellos en la sociedad”. Por otro lado junto a la droga se da el fenómeno de la delincuencia, de las peleas, y los hechos de muerte violenta, lo cual pone en evidencia otro gran trafico que se da en la sociedad, “el tráfico de armas, que visualizamos como fuera de control”. De todas esta espiral de locura y violencia las primeras victimas son los mismos vecinos de la Villa, generándose así “situaciones infrahumanas aprovechadas a su vez, por los gananciosos distribuidores de droga”.
Ante esta situación los sacerdotes y vecinos de estas barriadas humildes, se sienten interpelados “a acompañar a aquellos niños, adolescentes y jóvenes que en gran cantidad se encuentran en este infierno de la droga y a la vez exhortar a la conversión a los que pisotean la dignidad de los mismos de esta inescrupulosa manera, avisándoles que Dios les va a pedir cuentas”.
A la vez ofrecen una serie de propuestas siendo conscientes ante todo que “hay que realizar un trabajo de prevención sistemático y a largo plazo”. En este sentido proponen “crear ámbitos de contención y escucha de nuestros niños, adolescentes y jóvenes” y realizar un trabajo de fortalecimiento de las familias. Además “muy unido al tema del consumo de droga, tal vez como una de sus grandes causales esta la falta de sentido, de un horizonte hacia el cual caminar”. Por ello es importante proponer un sentido a la vida, sentido que se adquiere ante todo por “contagio”, pues “los valores se descubren encarnados en personas concretas”, de ahí la importancia fundamental “de generar en nuestros barrios líderes positivos que puedan trasmitir valores vividos por la fuerza de su testimonio”.
Proponen además “aprovechar los ámbitos que existen y que son naturalmente lugares de prevención, como por ejemplo la escuela”. “La educación –afirman - es un camino real de promoción por eso son necesarias más escuelas y mayor presupuesto para educación en los barrios más pobres de la ciudad”. También es importante, continúan los sacerdotes, “adaptar nuestros programas e instituciones a la realidad y no la realidad a ellos” y “teniendo en cuenta el proceso de cada persona hay que discernir que camino de recuperación proponerle”. Por último es muy importante pensar en el camino de recuperación después para evitar que recaigan en la droga e ir “tejiendo con ellos una propuesta de real reinserción social”. (RG) (Agencia Fides 6/4/2009)


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