VATICANO - Benedicto XVI en Angola (13) - El encuentro con los jóvenes: "vosotros sois una semilla que Dios ha sembrado en la tierra, que encierra en su interior una fuerza de lo Alto, la fuerza del Espíritu Santo”

lunes, 23 marzo 2009

Luanda (Agencia Fides) - "Encontrarse con los jóvenes hace bien a todos. Tal vez tengan muchos problemas, pero llevan consigo mucha esperanza, mucho entusiasmo y deseos de volver a empezar. Jóvenes amigos, lleváis dentro de vosotros mismos la dinámica del futuro”. Con estas palabras el Santo Padre Benedicto XVI se ha dirigido a los jóvenes reunidos en gran número en el Estadio dos Coqueiros de Luanda, la tarde del sábado 21 de marzo. Recordando el idéntico encuentro que tuvo lugar en Luanda el 7 de junio de 1992 con el Papa Juan Pablo II, el Pontífice ha dicho: "Deseo, ante todo, daros las gracias por esta fiesta que me ofrecéis, por la fiesta que sois vosotros, por vuestra presencia y vuestro gozo… Saludo a todos los jóvenes, católicos y no católicos, que buscan una respuesta a sus problemas”.
“¡Queridos amigos - ha dicho el Papa en su discurso -, Dios marca la diferencia… Más aún. Dios nos hace diferentes, nos renueva. Ésta es la promesa que nos hizo Él mismo… Al subir al cielo y entrar en la eternidad, Jesucristo ha sido constituido Señor de todos los tiempos. Por eso, Él se hace nuestro compañero en el presente y lleva el libro de nuestros días en su mano: con ella asegura firmemente el pasado, con el origen y los fundamentos de nuestro ser; en ella custodia con esmero el futuro, dejándonos vislumbrar el alba más bella de toda nuestra vida que de Él irradia, es decir, la resurrección en Dios. El futuro de la humanidad nueva es Dios; una primera anticipación de ello es precisamente su Iglesia”.
El Santo Padre se ha dirigido a continuación a los representantes de los millares de jóvenes angoleños mutilados por la guerra y las minas: "pienso en tantas lágrimas que muchos de vosotros habéis derramado por la pérdida de vuestros familiares, y no es difícil imaginar las sombrías nubes que aún cubren el cielo de vuestros mejores sueños". Les ha exhortado a continuación a tener confianza en la palabra del Dios y en la potencia del Espíritu Santo prometido: "Jesús no nos deja sin respuesta; nos dice claramente una cosa: la renovación comienza dentro; se os dará una fuerza de lo Alto. La fuerza dinámica del futuro está dentro de vosotros. Está dentro..., pero ¿cómo? Como la vida está oculta en la semilla: así lo explicó Jesús en un momento crítico de su ministerio… en la semilla está presente el futuro, porque la semilla lleva consigo el pan del mañana, la vida del mañana. La semilla parece que no es casi nada, pero es la presencia del futuro, es la promesa que ya hoy está presente; cuando cae en tierra buena da una cosecha del treinta, el sesenta y hasta el ciento por uno”.
Luego el Papa ha continuado: “Amigos míos, vosotros sois una semilla que Dios ha sembrado en la tierra, que encierra en su interior una fuerza de lo Alto, la fuerza del Espíritu Santo. No obstante, para que la promesa de vida se convierta en fruto, el único camino posible es dar la vida por amor, es morir por amor… Así habló y así hizo Jesús: su crucifixión parece un fracaso total, pero no lo es.... De este modo, cayendo en tierra, pudo dar fruto en todo tiempo y a lo largo de todos los tiempos. En medio de vosotros tenéis el nuevo Pan, el Pan de la vida futura, la Santa Eucaristía que nos alimenta y hace brotar la vida trinitaria en el corazón de los hombres”. En la parte conclusiva de su discurso, el Santo Padre ha exhortado a los jóvenes, a germinar al calor de la Eucaristía, "en la que se realiza el testamento del Señor. Él se nos entrega y nosotros respondemos entregándonos a los otros por amor suyo”.
Frente a una cultura social dominante que no ayuda a vivir la Palabra de Jesús ni tampoco la entrega de si mismo, el Pontífice ha exhortado los jóvenes a no tener miedo "a tomar decisiones definitivas”, sea en el matrimonio que en una vida de especial consagración. "Yo os digo: ¡Ánimo! Atreveos a tomar decisiones definitivas, porque, en verdad, éstas son las únicas que no destruyen la libertad, sino que crean su correcta orientación, permitiendo avanzar y alcanzar algo grande en la vida. Sin duda, la vida tiene un valor sólo si tenéis el arrojo de la aventura, la confianza de que el Señor nunca os dejará solos. Juventud angoleña, deja libre dentro de ti al Espíritu Santo, a la fuerza de lo Alto”. (S.L) (Agencia Fides 23/3/2009)


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