AFRICA/ANGOLA - Que la visita del Papa contribuya a reforzar la familia y a superar las consecuencias de la guerra

viernes, 20 marzo 2009

Luanda (Agencia Fides) – “La visita del Papa Benedicto XVI, la segunda vez de un Papa en tierra angoleña después del Papa Juan Pablo II en el 1992, tiene lugar en un momento en que las autoridades de Angola están tomando medidas y afrontando con dificultad los casos de violencia que últimamente están surgiendo en todo el territorio nacional". Son las palabras de comentario que le se leen en el sitio Allafrica.com en proximidad de la visita papal. "Benedicto XVI trae un mensaje de paz y reconciliación, que mira a la unidad de las familias y al bienestar de los ciudadanos." Recientemente los medios de comunicación han reportado numerosos casos de "abusos sexuales a niños y parejas que por diversas razones han llevado incluso a la pérdida de vidas humanas". Según muchas personalidades sea religiosas como políticas, la visita del Papa, que quiere preparar así el segundo Sínodo sobre África, es "extremadamente importante para Angola y para toda África". La fe de los cristianos se verá "reforzada" y traerá "ciertamente una invitación a todos los angoleños a dejar las violencias a un lado".
En un país dónde la "situación de violencia es grave - según la psicóloga Encarnacao Pimenta -, un país que acaba de salir de una guerra que ha dejado traumas" es importante y urgente que "la sociedad, y particularmente los medios de comunicación, promuevan una campaña de conciencia y educación sobre las positivas acciones de amor, solidaridad, fraternidad, mutuo respeto y para la creación de la identidad de los jóvenes." "La atención de las madres, sobre todo de las que están en cinta - advierte la psicóloga angoleña - a la comida de dar a los hijos y a evitar bebidas alcohólicas y cigarrillos" podrá evitar el nacimiento de niños con disfunciones o minusválidos. Su llamamiento es a reforzar "el papel de la familia, tener una mirada atenta a los grupos de socialización de los niños, a incentivar la participación a las actividades domésticas y al diálogo entre padres e hijos" para que el país supere los traumas y las dificultades debidas a este crecimiento de la violencia. (M.T) (Agencia Fides 20/3/2009)


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