ASIA/INDIA - reporte sobre el 2008: “año negro” para las minorías cristianas en India

martes, 17 marzo 2009

Nueva Delhi (Agencia Fides) – El 2008 ha sido “un año horrible” para las condiciones de las minorías cristianas en India, sometidas a fuertes violencias y ataques sin precedentes: es cuanto afirma el Reporte anual 2008 del All India Christian Council (AICC), organismo que reúne a representantes de las diversas confesiones cristianas en India y que tiene la misión específica de proteger, defender y servir a los ciudadanos indios de religión cristiana.
El reporte cuenta que han sido 106 los ataques aislados contra personal o estructuras cristianas en el 2008, que han afectado a 16 estados de la Unión India, con una media de 9 actos de violencia al mes. Pero dicha cifra – señalan – no incluye la gravísima ola de violencia anticristiana registrada en Orissa, que constituye una “página negra” para la sociedad india y para sus valores de democracia, libertad, pluralismo y respeto de los derechos individuales.
Dicha ola – constituida no por episodios individuales, sino que se constituye como una campaña de violencia indiscriminada, constante y continua contra personas, iglesias, casas, propiedades de la comunidad cristiana en el distrito de Kandhamal, en Orissa – no es incluida en el Reporte junto a los otros 106 episodios de violencia: se le dedica un capítulo aparte, explicando que ella se ha desarrollado en dos fases. Se trata de un auténtico “record negativo” en la historia de India: la primera fase es la de finales del 2007 e inicios del 2008, cuando, en los días después de Navidad y en los primeros días de enero, grupos de extremistas hindúes se encarnizaron contra la comunidad cristiana, destruyendo 105 iglesias, matando a 9 cristianos, asaltando y violando a las mujeres, quemando más de 730 habitaciones y dañando 40 comercios. El Reporte define dichos ataques bien organizados como una especie de “limpieza étnica” que apuntaba a eliminar a todos los cristianos del distrito.
La segunda fase de la violencia, bastante más grave que la primera, es la que se registró en el distrito de Kandhamal y en otros 13 distritos del estado de Orissa desde el 23 de agosto de 2008 y durante las semanas sucesivas. Es definida en el reporte “fruto de un terrorismo de signo hindú”, expresión compartida también por instituciones y organizaciones de la sociedad civil india. El trágico balance de la segunda ola – anta la AICC – ha sido de 120 muertos (entre los cuales un sacerdote católico) y miles de heridos, 4640 casas destruidas, 315 poblados en los que la presencia cristiana ha sido completamente eliminada, 250 entre iglesias y lugares de oración destruidos o dañados, 13 escuelas cristiana saqueadas, más de 54 mil refugiados internos.
Los hechos que se verificaron en el 2008 hacen decir con certeza que el año apenas terminado ha sido el peor de los últimos treinta por la presión a la que han sido sometidas las minorías religiosas. La violencia anticristiana ha alcanzado, por la entidad y en proporción, la que fue dirigida contra las comunidades musulmanas en Gujarat en el 2002.
La AICC recuerda asimismo sus batallas por la defensa legal de los derechos de los ciudadanos indios de religión cristiana, a los que han sido negadas prerrogativas garantizadas por la Constitución, especialmente la lucha por la afirmación de los derechos de los dalit o sin-casta, discriminados y excluidos por los servicios de base como instrucción y asistencia médica. (PA) (Agencia Fides 17/3/2009 líneas 37 palabras 552)


Compartir: