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Luanda (Agencia Fides) – “Un proyecto multisectorial para reforzar la estrategia de reducción de la pobreza a través de la explotación sostenible de los recursos naturales y la creación de una conciencia pública atenta al respeto por el ambiente”. Es este el espíritu con el que el gobierno de Angola, con el apoyo del Banco Africano para el Desarrollo, ha lanzado una nueva fase del Proyecto para el Apoyo Ambiental (en inglés ESSP) que busca “fortalecer un cuadro legal, institucional, político que ayude a la conservación del ambiente y al uso sostenible de los recursos básicos del país”.
La suma destinada en Túnez, en la sede del Banco Africano para el Desarrollo (AfDB), por la Comisión directiva, es de 17.6 millones de dólares. El costo del proyecto será financiado en un 90% por el fondo del Banco Africano y en el restante 10% por el gobierno angoleño. El Proyecto está vinculado a la Carta Estratégica del País, que ha individuado en la agricultura y en los recursos ambientales sostenibles las claves prioritarias para “mejorar el estándar de vida y reducir la pobreza” en el país.
Angola tiene “una riqueza única de biodiversidad y, según los expertos, una de las más importantes de todo el continente africano. Cuenta con 1260 planta de las cerca de 5000 estimadas en todo África, haciéndolo el segundo país más rico del continente en especies de plantas. La diversidad de mamíferos también es muy rica. La foresta ocupa alrededor del 35% del territorio, mientras la línea costera, de 1600 km, es rica en variedad de peces. El país es también rico en petróleo y recursos mineros, incluso diamantes. La reciente degradación ambiental “plantea una seria amenaza contra los recursos marinos, las especies de plantas, y se corre el riesgo de la erosión del suelo, de la contaminación del terreno, del agua y de la atmósfera, así como el cambio climático aumenta las preocupaciones sobre los riesgos contra una correcta sostenibilidad ambiental”.
Los directos beneficiarios del proyecto incluyen a los ministros y a las agencias interesadas en el ambiente, así como a los sectores de la agricultura y del desarrollo rural, del agua, de las forestas y del mar. Y también a todas las ONG, los sectores privados, las instituciones de investigación y académicas, así como las administraciones locales y provinciales del país. (M.T.) (Agencia Fides 17/3/2009; líneas 26, palabras 385)
