EUROPA - Crisis económica: datos cada vez más alarmantes de África a Europa, los que pagan el más alto precio son los países pobres; aumenta la mortandad infantil

martes, 10 marzo 2009

Roma (Agencia Fides) – Los datos negativos sobre el paso de la economía mundial continúan: el PIL mundial está en baja por primera vez desde la II Guerra Mundial, según las noticias difundidas por el Fondo Monetario Internacional en Dar Es Salaam, Tanzania, durante el encuentro de los ministros de finanzas y gobernadores de las bancas centrales de los 53 países africanos. El consejo EPSCO ha lanzado un aviso de alarma al Consejo Europeo de Primavera (Consejo para el empleo, la política social, salud y consumo) sobre el desempleo en Europa: para el 2010 habrá otros 6 millones de desempleados y la crisis financiera tendrá consecuencias pesadas sobre la economía global durante todo el 2009 Mientras tanto, el Banco Mundial –en un documento preparado en previsión del G20 de los ministros de economía y banqueros centrales– refiere que tanto el comercio mundial como la producción industrial sufrirán una fuerte contracción en el año en curso.
Aunque la recesión es global, la grave crisis económica y financiera mostrará sus efectos más devastadores sobre las poblaciones pobres del planeta, golpeando las zonas más vulnerables. Es ésta la previsión contenida en un informe de la UNESCO presentada en estos días. Más de 390 millones de personas en África sub-sahariana, que ya viven en condiciones de extrema pobreza, pagarán 18 mil millones de dólares, 46 dólares por persona, una disminución del crecimiento que descenderá casi a cero, prevista para el 2009. Según lo estimado por el Banco Mundial, los países en vías de desarrollo podrían agregar un déficit financiero que va de los 270 a los 700 millones de dólares. Se trata de cifras que superan en gran medida a las de los países ricos: la UNESCO prevé, en efecto, una pérdida del 20% del rédito per capita en las poblaciones más indigentes del continente africano.
Un aspecto particularmente preocupante de la crisis económica global –como se puede ver en un informe de las Naciones Unidas– tiene que ver con el aumento de la mortalidad infantil, que podría incidir de manera amplia en el desarrollo de las futuras generaciones. Se prevé que el fenómeno –causado principalmente por la desnutrición– pueda afectar a entre 200 mil y 400 mil niños. Podrían manifestarse, además, graves repercusiones en la capacidad cognitiva de millones de niños. La recesión incidirá negativamente en los objetivos de desarrollo fijados por la comunidad internacional, y la contracción fiscal más fuerte se dará precisamente en aquellos países en los que dichos objetivos son todavía lejanos. El factor de mayor peso en los efectos de la crisis en los países pobres está relacionado con la debilidad del sistema financiero. La ONU calcula que 43 países de bajo rédito, sobre 48, no están en la capacidad de adoptar medidas fiscales a favor de las poblaciones más vulnerables. De los 43 países mencionados, 27 no disponen de margen de maniobra fiscal. Entre éstos están Mozambique, Etiopía, Mali, Senegal, Ruanda y Bangladesh. Sólo un tercio de los países en vías de desarrollo –según el Banco Mundial– posee los recursos necesarios para hacer frente a esta crisis y prevenir un aumento de la pobreza.
La crisis global partió de los países ricos, de la carencia de control en sus sistemas financieros, pero las repercusiones más graves se dan en los países en vías de desarrollo y en los más pobres del planeta. Las previsiones del Instituto de Washington indican que de 166 países en vías de desarrollo, 94 han experimentado una sensible disminución del crecimiento; entre los sectores más golpeados están la construcción y la industria manufacturera, es decir, los que hasta el momento habían experimentando el mayor dinamismo.
Un mayor compromiso económico en el norte del mundo podría aliviar esta situación y evitar una catástrofe humanitaria; sin embargo, mientras el Banco Mundial pide destinar del 0,7 al 1% del plan fiscal a los países pobres, la tendencia general va en dirección opuesta: según el estudio de la UNESCO, la UE seguramente reducirá su compromiso económico –equivalente al 0.56% del PIL, desde ahora hasta el 2010– a causa de las negativas previsiones de crecimiento. (MTP) (Agencia Fides 10/3/2009; líneas 53, palabras 702)


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