EUROPA/ESPAÑA - Primera Javierada 2009: El Arzobispo de Pamplona llama a los cristianos testimoniar que “lo cristiano y lo católico no contradicen a la ciudadanía; por el contrario la ennoblecen y la hacen más bella”

lunes, 9 marzo 2009

Navarra (Agencia Fides) – Más de 8000 personas han participado este fin de semana en la primera de las peregrinaciones hasta la cuna del santo navarro, Patrono de las misiones, San Francisco Javier, que se celebra cada año en Javier los dos fines de semana de la novena de la Gracia. Peregrinos llegados fundamentalmente de Navarra pero también con importante presencia de grupos de jóvenes de Madrid y de otros lugares de España se acercaron a Javier, en una tradición que comenzó hace 69 años. Durante la ceremonia religiosa que ofició el Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela y Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias de España, Mons. Francisco Pérez González , apostó "por la vida, desde el inicio hasta el final".
Con el cansancio acumulado después de numerosas horas e incluso días de peregrinación, los peregrinos asistieron a la Eucaristía, en la que Mons. Francisco bendijo de forma "especial" a los niños que son "la alegría de la sociedad". En su homilía el Arzobispo de Pamplona recuerda en primer lugar la figura de Javier en quien encontramos “el testimonio de un joven que un día siente la llamada de Dios y dejando sus pretensiones vanidosas y llenas de orgullo apuesta por Jesucristo”. “No se deja llevar por los debates vacíos y llenos de falaces ideologías sino que afronta la vida dándola el único contenido que la puede llenar”, continua Mons. Francisco. Un navarro que “transformó su vida y que dejó a Cristo servirse de él para transformar las vidas de tantos que aun no lo conocían y a los que él acogía hasta altas horas de la noche sin descansar”.
A ejemplo de San Francisco, “los cristianos hemos de salir de cierto letargo y de ciertos complejos que nos hacen sentirnos foráneos de la sociedad”, continua el prelado. Y por ello, siguiendo el estilo de San Francisco Javier o de San Pablo “no hemos de arredrarnos sino testimoniar en nuestra sociedad de que lo cristiano y lo católico no contradicen a la ciudadanía; por el contrario la ennoblecen y la hacen más bella”. Precisamente este seguimiento a Cristo – continúa - “nos hace ser defensores de la vida, de una cultura que la respete desde su inicio hasta el momento final de la existencia; nos lleva a ser mensajeros de una paz auténtica eliminando cualquier atisbo de violencia; nos hace sentirnos responsables ante la falta de solidaridad como atestiguan miles y miles de misioneros que están en primera línea luchando por la dignidad humana con el arma del Evangelio”.
“Ser intrépidos, no temer” es el llamamiento que realiza el Arzobispo, que nos lleve a afrontar “sin traumas ni miedos, nuestra misión: ser mensajeros y testigos de Jesucristo”. En este camino no faltarán ciertamente “momentos que tendrán que ser regados por la valentía, por el coraje y por la hazaña” por ello “sólo la generosidad de espíritu hará florecer una realidad nueva, que tendrá su culmen en el encuentro gozoso con Cristo”. Por eso Mons. Francisco anima a todos pero de modo especial a los jóvenes, a no tener reparo ninguno a darse totalmente a Cristo, al estilo de Francisco Javier y de Pablo. A los esposos les invita a “mostrar con su amor la grandeza del amor de Dios y que sus hijos sean un fruto eficaz de ese amor encarnado”; a los mayores a no dejarse llevar nunca por el desánimo y más bien considerarse “imprescindibles entre nosotros, puesto que vuestra experiencia de vida y de fe nos estimula y nos fortalece”. Exhorta también a los sacerdotes y consagrados, a no olvidar “que muchos os miran con ojos de confianza y, sobre todo, admiran una entrega generosa que haga visible el Reino de Cristo en medio de la sociedad”.
“En las manos de María pongo todas vuestras vidas y las de aquellas personas que no están entre nosotros. Ella, como buena Madre, sabrá llevarlas por los caminos mejores, esos que nos conducen a la meta, que es Cristo”, concluye Mons. Francisco su homilía. (RG) (Agencia Fides 9/3/2009)


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