AMERICA/PERU - Concluye el I Congreso de Espiritualidad Sodálite: “que la llama de la fe se convierta en antorcha viva que vaya por el mundo encendiendo corazones, encendiendo realidades en un mundo que anda en tinieblas. Esa es nuestra misión”

lunes, 2 febrero 2009

Lima (Agencia Fides) - Con gran entusiasmo y gratitud por lo compartido y vivido durante estos días, concluyó el sabado 31 de enero el I Congreso de Espiritualidad Sodálite en el que han participado más de mil cien miembros de la familia espiritual de todas partes del mundo.
Durante el último día de trabajo se tuvieron las ponencias sobre “El pecado, clave antropológica”, estuvo a cargo de Catalina López, miembro de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación; “La aproximación a la persona humana en algunos autores espirituales entre el s. XV y XVII”, dirigido por Gustavo López, miembro del Sodalicio de Vida Cristiana; “Visión trial del ser humano en algunos autores contemporáneos”, por Felipe Peligrinelli, miembro del Sodalicio de Vida Cristiana; “El Señor Jesús, Reconciliador y Revelador de la persona humana”, a cargo de Ignacio Blanco, Presidente del Comité Organizador del Congreso y miembro del Sodalicio de Vida Cristiana y la última conferencia del Congreso, “La persona humana y su libre cooperación con la gracia”, a cargo del P. Jorge Olaechea, sacerdote del Sodalicio de Vida Cristiana.
Durante este día los participantes pudieron visitar una muestra de arte popular que tuvo como temática la advocación mariana de la familia espiritual del Sodalicio, Nuestra Señora de la Reconciliación.
En la ceremonia de clausura Ignacio Blanco, Presidente del Comité Organizador del Congreso, señaló a los participantes que este Congreso “ha sido una experiencia indescriptible, y lo primero que brota es gratitud a Dios, pues es su fuerza la que nos ha congregado, la que alimenta esas relaciones de amistad y de fraternidad de nuestra familia”. Y exhortó a todos los miembros de la familia espiritual, desde su propia realidad, a “asumir el compromiso exigente de responder, de formarnos de verdad, de hacer del camino de la escucha, la acogida, de interiorización que vemos en nuestra Madre María, se convierta cada vez más en nuestro camino”.
A continuación el fundador del Movimiento Luis Fernando Figari dirigió unas palabras conclusivas a los asistentes. Después de agradecer profundamente a Dios por esta experiencia señaló que el Espíritu de Dios “nos mueve a abrir nuestros corazones; a expresar lo que Él nos va dando y a categorizarlo; a vivir con mayor profundidad la experiencia cristiana, a lanzarnos al mundo para anunciar a Jesús”. Asimismo, Luis Fernando afirmó que la presencia de Mons. Alcides Mendoza, el obispo más joven que participó en el Concilio Vaticano II, y que estuvo presente en estos días de Congreso, le evocaba con fuerza el Concilio “como un don grande, fuerte e intenso para la Iglesia de nuestro tiempo”. Recordando a todos las palabras que pronunciara en 1972 el entonces obispo auxiliar de Lima visitando la naciente comunidad sodálite, y alentando al joven grupo inicial, “el Sodalitium es una plena expresión del Concilio Vaticano II”, les exhortó a asumir “la responsabilidad de transmitir y llevar al mundo el mensaje del Concilio”.
A continuación haciendo mención de las palabras del Papa Benedicto VXI: “Él no quita nada, lo da todo”, afirmó: “Él se da todo a nosotros, mostrándonos nuestra identidad, el horizonte de nuestra existencia, la verdadera felicidad por la cual clama nuestro corazón, entregarnos a Jesús”. “Debemos hacerlo vida en nuestra vida, – continuó el fundador - centrar toda la atención en el Señor Jesús, no dejarnos distraer por los ídolos que el mundo presenta, por la hostilidad de un mundo que le da la espalda a Dios, por una cultura cada vez más negativa de lo humano. No debemos dejarnos distraer, levantar en alto nuestra fe, dejar que esa llama que arde en el Corazón de la Virgen, arda en nuestros corazones, que esa llama se encienda y se convierta en antorcha viva que vaya por el mundo encendiendo corazones, encendiendo realidades, haciendo un fuego inmenso que muestre la alegría, el calor, la luz de Dios a un mundo que anda en tinieblas. Esa es nuestra misión”, concluyó.
Como acto final de la Ceremonia de Clausura se realizó una Liturgia presidida por Mons. Alcides Mendoza Castro, quien impartió su bendición a todos los participantes del Congreso y la hizo extensiva a todos los miembros de la Familia Sodálite que en estos días han acompañado la realización de este hermoso evento con su oración y comunión fraterna. (RG) (Agencia Fides 2/2/2009)


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