ASIA/FILIPINAS - Los candidatos a la presidencia rezan por la unidad del país; por un voto libre de manejos y de violencia

lunes, 10 mayo 2004

Manila (Agencia Fides) - Han rezado juntos por la unidad del país, prometiendo trabajar por la paz, la prosperidad y la lucha a la corrupción. Los cinco candidatos a la presidencia de las Filipinas, que compiten en las elecciones del lunes 10 de mayo, celebraron ayer una Santa Misa en la Catedral de Manila, por invitación del Arzobispo Monseñor Gaudencio Rosales. Estuvieron presentes todos los candidatos participantes: Gloria Macapagal Arroyo, la hasta ahora presidenta; Fernando Poe Jr., popular actor que en los últimos sondeos hace frente a la Arroyo; el senador Panfilo Lacson, ex jefe del ejército, Raúl Roco, profesional y ex responsable del Ministerio de Educación y Eddie Villanueva, predicador evangélico pasado a la política. Todos exhortaron un voto libre de fraudes y de violencia; dos factores que estos últimos días han agitado el clima político y social.
Los filipinos llamados hoy a las urnas son más de 43 millones y deberán elegir el presidente, el vicepresidente, 12 senadores, 200 diputados y más de 48.000 administradores locales.
Una de las novedades de estas elecciones consiste en la posibilidad de voto para los 8 millones de filipinos que residen en el extranjero, pero los emigrados que se han inscrito en las diferentes embajadas filipinas en todo el mundo y que han manifestado su preferencia son sólo 500.000.
Mientras que entre la población se respira una cierta desconfianza y desilusión, dado el alto nivel de corrupción que registra la vida política filipina, la campaña electoral ha estado caracterizada por las numerosas violencias: más de cien personas han perdido la vida en los enfrentamientos que han tenido lugar estos últimos meses, 16 de las cuales esta mañana, en la apertura de las urnas.
Entre los responsables de estas violencias se encuentran los rebeldes del New People’s Army, brazo armado del Partido Comunista de las Filipinas, que han amenazado y extorsionado dinero a los candidatos en diferentes áreas del país.
Otro problema que incumbe es el de los manejos electorales, que ha hecho entrar en juego también a la Iglesia para denunciar las estrategias puestas en marcha para manipular el proceso electoral. En las últimas elecciones, estimas de algunas organizaciones no gubernamentales hablan de una compraventa del voto de más de tres millones de personas. Según un análisis de la organización no gubernamental Trasparency Internacional, que ha analizado datos entre 1996 y 2003 a escala mundial, las Filipinas ocupan los “bajos fondos” de la clasificación de la transparencia de la administración pública (lugar 920 de los 133), con un índice de corrupción muy alto.
Las Filipinas cuentan con 82 millones de habitantes, el 95% de los cuales es católico. En el Sur del país vive una minoría musulmana que representa el 6% de la población (unos 5 millones de personas) y que a nivel popular sigue a Poe. Algunos líderes musulmanes también se han pronunciado oficialmente en su favor. Pero los mayores movimientos de guerrilla han declarado su neutralidad, mientras que muchos hombres políticos permanecen todavía vinculados al ex presidente Estrada o han dado su apoyo a Arroyo, como el alcalde de Davao o el gobernador de Cotabato. (PA) (Agencia Fides 10/05/04; ; líneas 41, palabras 536).


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