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Nairobi (Agencia Fides) – Sigue la emergencia alimentaria en Kenya, donde una tercera parte de la población, 10 millones de personas, luchan contra el hambre. Entre ellas un millón y medio de niños y dos millones y medio de personas afectadas por enfermedades como el SIDA.
El gobierno ha iniciado un programa de distribución alimenticia para la población en dificultad, que ha obtenido sin embargo resultados poco satisfactorios. El precio de los alimentos sigue aumentando, y el programa de ayudas del gobierno no logra satisfacer las necesidades de toda la población, creando una fuerte desigualdad en la distribución de las ayudas. Según la prensa local, en efecto, la harina a buen precio es disponible sólo en algunas zonas de Nairobi y en las provincias orientales, mientras las poblaciones del Nordeste, del Rift Valley y de las provincias centrales deben afrontar la penuria alimentaria.
El gobierno prometió que la harina a bajo costo habría estado disponible para todos antes del mes pasado. Las autoridades locales han anunciado la importación de dos millones de sacos de maíz y cereales. Según los expertos del gobierno Kenya tiene necesidad de cinco millones de sacos de maíz y otros cereales, además del millón y medio recientemente importados, que han llegado a Kenya y esperan ser distribuidos. El gobierno ha dado también el permiso al sector privado para importar otros 3 millones de sacos de cereales.
A pesar de las disposiciones los niños en diversas localidades de los distritos de Central Baringo Central y North Baringo, en el Rift Valley, no están yendo a la escuela, por causa de la carencia de alimentación.
Según las autoridades locales más del 40 por ciento de los habitantes de Central Baringo deben luchar contra el hambre. En North Baringo la situación es aún peor, porque las personas que corren el riesgo de sufrirla son más del 70 por ciento de la población. En estas áreas familias enteras se ven obligadas a alimentarse sólo de hierbas selváticas.
La crisis alimentaria ha sido causada por razones climáticas pero también por la especulación operada por los mediadores que compran a poco precio la cosecha de los campesinos, no lo introducen inmediatamente en el mercado para alzar los precios y venderlo luego al momento oportuno. Se trata de una especulación que ha sido denunciada con fuerza por los Obispos (ver Fides 26/11/2008). (L.M.) (Agencia Fides 12/1/2009 líneas 28 palabras 389)
