AFRICA/CONGO RD - Una navidad incierta en el este del Congo, donde centenares de millares de refugiados viven en campos improvisados. Las consideraciones de un misionero

lunes, 22 diciembre 2008

Kinshasa (Agencia Fides)- “Lo que aquí nos preocupa es la situación de incerteza total que continua a pesar sobre el Congo y en los países vecinos como una capa de plomo” le escribe a la Agencia Fides el P. Antonio Trettel, misionero javeriano, desde Bukavu, capital de Kivu del Sur, al este de la República Democrática del Congo. “Aún cuando la situación parece haberse calmado un poco en las semanas pasadas en Goma y alrededores (a unos 200 kilómetros de Bukabu, en el lado norte del lago Kivu), las bandas armadas aún se encuentran en la zona y continúan armando a centenares de niños soldado. La guerra podría explotar de manera aún más violenta de un momento a otro”.
“La situación política es cada vez más incierta y produce resultados ineficaces. El hecho es que el gobierno, además de débil, incapaz o cómplice, se encuentra paralizado y con temor a actuar por culpa de las distintas diplomacias mundiales que se presentan como quién tiene la solución perfecta, ansiosos por dar consejos que nadie les ha pedido, por dar diagnósticos (siempre infalibles, aunque en contradicción con la receta apenas dada por el consejero anterior) y por sanar al Congo de su estado de coma. Una pena que hayan sido precisamente dichas potencias quines han reducido al Congo a este estado, ya que ellas financian las distintas bandas mercenarias, con la intención de saquear criminalmente los recursos naturales del país. ¡Esa es la verdadera causa de la situación y es precisamente lo que nadie quiere ver ni solucionar!
Mientras tanto la situación humanitaria es cada vez más catastrófica y trágica, tanto por los centenares de miles de personas de Goma y sus alrededores, siempre en fuga de la violencia continua de las distintas bandas armadas, como por los otros 60 millones de congoleños... sin Estado, sin trabajo, sin paz, sin dignidad, sin una verdadera autonomía nacional y con las estructuras y las infraestructuras (carreteras, escuelas, servicios médicos y administrativos) en estado de calamidad”.
El P. Trettel concluye sin embargo con una nota de esperanza: “¿La verdadera Navidad, no afirma que ‘nos visitará el sol que nace de lo alto, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz?’ Yo creo que verdaderamente es así y ¡lo espero con todas mis fuerzas! Si también vosotros lo creéis, entonces si tiene sentido desearnos de corazón, sin que sea una frase hecha, formal y vacía... una feliz Navidad”. (L.M.) (Agencia Fides 22/12/2008 líneas 31 palabras 428)


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