AFRICA/SOMALIA - La ONU autoriza incursiones aéreas y terrestres contra los piratas somalíes previo consenso del gobierno local, afectado, por su parte, debido a los graves problemas internos

miércoles, 17 diciembre 2008

Mogadiscio (Agencia Fides) – Somalia se encuentra en el centro de una intensa actividad diplomática y militar luego de que una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU autorizara a los países que enviaron sus naves para enfrentar a los piratas somalíes, a emprender acciones también en el espacio aéreo y sobre el territorio del país africano, previo consenso del gobierno local.
Por otra parte, se ha desatado una lucha de poder al interior de la estructura gubernativa, luego que el Presidente Abdullahi Yasuf Ahmed dimitió al Premier, Nur Hassan Hussein, nominando en su lugar a Mohamoud Mohamed Guled. El Presidente, sin embargo, para dimitir al Premier, necesita de la aprobación del Parlamento, el cual ha rechazado el despido de Hussein; de esta manera se ha creado una fractura entre el Presidente y el órgano legislativo, mientras los guerrilleros ligados a las Cortes Islámicas, continúan con su ofensiva y conquistan nuevos territorios.
El gobierno de Transición Nacional, en efecto, controla un territorio muy limitado y su legitimidad deriva en buena cuenta del reconocimiento de la comunidad internacional. Y es precisamente este gobierno, tan dependiente de las ayudas internacionales, el que debe autorizar incursiones e tropas extranjeras en suelo somalo, en localidades que no recaen bajo su control. El mapa actual de Somalia, en efecto, muestra el sur del país, donde está ubicada la capital, Mogadiscio, formalmente bajo el control del gobierno, pero en el cual las tropas islámicas están conquistando terreno. El Puntland, región centro-oriental, donde está instalada una administración autónoma, se ha convertido en sede de piratas que constituyen una amenaza para la navegación en el Golfo de Adén. Finalmente, Somaliland, al norte, que se auto-proclamó independiente en 1991, era considerada el área más estable del país, pero una serie de recientes atentados han sido una especie de alarma para las autoridades locales.
La comunidad internacional ha reaccionado de manera negativa frente a la lucha de poder en curso al interior de las instituciones provisorias, las cuales cuentan con el apoyo de tropas etiópicas y de la Unión Africana. Recientemente, Etiopía anunció su pretensión de retirar a sus militares de Somalia, mientras las tropas de la Unión Africana, que están por debajo de contingente necesario, se ven obligadas a enfrentar los ataques de los milicianos islámicos.
Si por un lado el centro-sur de Somalia está en riesgo de caer, las mayores potencias mundiales, por otro, están concentrando toda su atención en la piratería somalí que tiene base en Puntland. La resolución del Consejo de Seguridad, aprobada por unanimidad por los 15 países Miembros el 16 de diciembre, abre el camino para futuras intervenciones militares extranjeras. En efecto, los Estados Unidos, que presentaron la resolución, pretenden presentar otro para final del año, que tiene como finalidad autorizar el envío a Somalia de una misión de peace keeping de la ONU. Según Washington, en efecto, el problema de la piratería somalí tiene que ser enfrentado desde la raíz, resolviendo la inestabilidad del país.
Si el problema de la piratería efectivamente es real, el posicionamiento en el área de naves de guerra de diversa potencia, con el objetivo de proteger la navegación, deriva también del deseo de estos países de controlar una línea marítima estratégica, sobre todo por el aprovisionamiento de petróleo. La piratería somalí (que tiene cómplices a escala global) es, pues, tan sólo uno de los motivos de la creciente presencia militar extranjera en el área. (L.M.) (Agencia Fides 17/2/2008; líneas 40, palabras 565)


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