VATICANO - Promulgados 15 Decretos de la Congregación para las Causas de los Santos. Pronto será beatificado el fundador de los Dehonianos, reconocido el martirio de 7 sacerdotes y una religiosa asesinados durante la guerra civil española y las virtudes heroicas de una religiosa que pasa 30 años entre los leprosos y de una niña que ofreció sus sufrimientos por la misión de la Iglesia

martes, 20 abril 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - ante la presencia del Santo Padre Juan Pablo II, se promulgaron ayer, 19 de abril, en la Sala Clementina del palacio Apostólico Vaticano, los Decretos de los milagros, el martirio y las virtudes heroicas de 15 Siervos de Dios.
En particular los decretos de los milagros atribuidos a la intercesión de dos Beatos (el sacerdote jesuita chileno Alberto Hurtado y el laico profeso de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, Felice da Nicosia, italiano) y de dos Siervos de Dios, ambos franceses fundadores de ordenes religiosas: los sacerdotes Pierre Vigne, fundador de la Congregación de las Religiosas del Stmo. Sacramento y Juan del Sagrado Corazón, en el siglo Leon Gustave Dehon, fundador de la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón, conocidos como Dehonianos.
Además se ha reconocido el martirio de 7 sacerdotes y una religiosa asesinados durante la guerra civil española. Se trata de José Tapies Sirvant y seis hermanos sacerdotes de la diócesis de Urgell (España) asesinados en 1936. Todos trabajaban en el ministerio pastoral como párrocos o ayudantes. La causa de su muerte fue el odio a la fe. También fue asesinada por la fe la religiosa Sor Maria de los Angeles Ginard Martí, de la Congregación de las Religiosas Celadoras del Culto Eucarístico.
Se han promulgado además los Decretos de virtudes heroicas de 9 Siervos de Dios “que han seguido a Cristo con fidelidad heroica, perseverancia y generosidad”. Son 4 sacerdotes, 4 religiosas (entre ellas Maria Anna Cope, conocida como Madre Marianna de Molokai porque durante 33 años asistió con caridad ejemplar a los leprosos de la isla de Molokai) y una niña española, Maria Pilar Cimadevilla y López-Dóriga. En tan solo diez años de vida alcanzó el heroísmo de las virtudes cristianas, sobre todo durante su larga enfermedad que la llevo a la muerte, en la que mostró una excepcional madurez espiritual. Participó en la misión de la Iglesia ofreciendo sus sufrimientos por la salvación de las almas y la expansión del Reino de Dios.
(SL) (Agencia Fides 20/4/2004 Líneas: 29 palabras: 400)


Compartir: