Las víctimas del totalitarismo comunista de URSS

martes, 6 abril 2004

Roma (Agencia Fides) - Después de 13 años de la caída del régimen comunista soviético, y la apertura de muchos (aunque no todos) los archivos, el conocimiento de las dimensiones reales de las represiones en URSS ha aumentado considerablemente, pero al mismo tiempo se ha visto la imposibilidad de llegar a un cálculo completo de las víctimas por la destrucción de muchos datos que eran ya irrecuperables.
El número de víctimas debería incluir los muertos en la guerra civil, sean los muertos por ejecuciones capitales ( pero ¿cuántos miles han sido ejecutados sin ningún juicio, ningún papel y por tanto ningún registro?), sean los muertos por el hambre (tres carestías: 1921-22 en la Rusia central, no atendida con 5 millones de muertos; 1932-33 en Ucrania y bajo Volga, 7,7 millones de muertos; 1946-47, 2 millones de muertos), sean los muertos por deportaciones (durante el transporte, marchas a pie y hambre en los lugares de deportación), sean los muertos en los lager, en los trabajos forzados (por agotamiento, accidentes, hambre, frío, enfermedad, intento de huida), sean los muertos durante los interrogatorios (por lo menos unos 250.000).
Un primer calculo por defecto, que simplemente cuenta los muertos registrados en los documentos oficiales, da la cifra provisional de 20 millones (El libro negro del comunismo) y, sin embargo, sabemos con seguridad que existen varios motivos por los que no todos los muertos entran en la cuenta: las mismas complejas relaciones de la policía política - en la que se basa - no son del todo las esperada, porque el uso de las inspecciones y las consecuentes censura, hacia que los comandantes de los campos tuviesen un gran interés en mentir respecto al número de muertos (sabemos que era practica común liberar a los prisioneros a punto de morir para bajar así las estadísticas de mortalidad). Recordamos además que la policial política en general no solía exterminar a sus enemigos en los gulag. Las ejecuciones masivas se producían sobre todo en la selva y en especial en “los campos de muerte inmediata” de los que no hay ninguna señal en los archivos y que tan solo hoy se están descubriendo en el país (hasta el momento son un centenar, muchos de ellos en los alrededores de las grandes ciudades como Moscú, Petersburgo, Kiev y Vilnius).
Además fueron también muchos y no registrados los que perdieron la vida durante los transportes o los interrogatorios o pocos días después de la liberación. Por último, fueron destruidos archivos enteros y en algunos casos, como durante la carestía provocada en Ucrania en 1932-33, venía desde Moscú la orden precisa de no registrar a los muertos.
Para ilustrar un caso particular de represión sistemática de una clase de ciudadanos (los creyentes), ofrecemos algunas cifras de la Iglesia mayoritaria del país, la ortodoxa: en 1919 contaba con 210.000 miembros del clero, 130.000 de ellos fueron fusilados en 1941 y de los sobrevivientes solo quedaron en libertad 500; de los 300 Obispos existentes, 250 fueron fusilados y de los restantes solo 4 quedaron en libertad en 1941. Imposible calcular el número de los creyentes sencillos aniquilados por la maquina represiva. Además en 1939, de las 55.000 iglesias existentes en 1917 solo quedaban abiertas 100 y de los 1000 monasterios no funcionaba ni uno solo (a cargo de la Fundación Rusa Cristiana-Seriate, Bg) (Agencia Fides 6/4/2004)


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